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[Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
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~genie★
lookatme
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[Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Titulo del fic: This love
Serie:Big bang [Solo salen GD y Top]
Parejas: Indefinido...ya lo iréis viendo:)
Tipo : Hetero
Genero: Dramón! XD
Clasificación: para todo público +13
Descripción: La desesperación puede llevarte a hacer cosas que jamás pensarías si quiera.
¿Qué harías por amor? ¿Hasta donde estarías dispuesta a llegar? ¿Traicionarías a un ser querido?
En muchas ocasiones he oído que ese sentimiento, ese que nos acelera el corazón, nos hace elevarnos al cielo y en un cerrar y abrir de ojos nos lleva al más profundo de los infiernos, ese que provoca mariposas en el estómago y dolor de cabeza...Un sentimiento tan hermoso como cruel...Puede hacer que pierdas la razón. Te empuja a hacer cosas que jamás te verías capaz de hacer, pero, ¿Cómo controlarlo?.
Serie:Big bang [Solo salen GD y Top]
Parejas: Indefinido...ya lo iréis viendo:)
Tipo : Hetero
Genero: Dramón! XD
Clasificación: para todo público +13
Descripción: La desesperación puede llevarte a hacer cosas que jamás pensarías si quiera.
¿Qué harías por amor? ¿Hasta donde estarías dispuesta a llegar? ¿Traicionarías a un ser querido?
En muchas ocasiones he oído que ese sentimiento, ese que nos acelera el corazón, nos hace elevarnos al cielo y en un cerrar y abrir de ojos nos lleva al más profundo de los infiernos, ese que provoca mariposas en el estómago y dolor de cabeza...Un sentimiento tan hermoso como cruel...Puede hacer que pierdas la razón. Te empuja a hacer cosas que jamás te verías capaz de hacer, pero, ¿Cómo controlarlo?.
Esto es tan surrealista. Ambos en la misma habitación, llena de personas que sobran a nuestro alrededor.
Tú intentando hacer como que no existo, y yo conteniendo las ganas de pasar el límite que nos separa.
Como siempre nos encontraremos entre las sombras, donde nadie pueda decirnos que lo que hacemos esta mal. Donde no esta permitido no dejarse llevar, donde la palabra amor no existe... Pero lo que quizás no sabes es que mi única salvación reside en tus labios, y mi tortura es no poder decírtelo, porque aunque duela, tú y yo...jamás seremos uno.
Amor. Puedes decirlo, deletrearlo, escribirlo, puedes buscarlo en el diccionario, entre la gente, puedes codiciarlo, esperarlo, pero ¿y sentirlo? ¿puedes?
This love...
Capitulo 1
Tú intentando hacer como que no existo, y yo conteniendo las ganas de pasar el límite que nos separa.
Como siempre nos encontraremos entre las sombras, donde nadie pueda decirnos que lo que hacemos esta mal. Donde no esta permitido no dejarse llevar, donde la palabra amor no existe... Pero lo que quizás no sabes es que mi única salvación reside en tus labios, y mi tortura es no poder decírtelo, porque aunque duela, tú y yo...jamás seremos uno.
Amor. Puedes decirlo, deletrearlo, escribirlo, puedes buscarlo en el diccionario, entre la gente, puedes codiciarlo, esperarlo, pero ¿y sentirlo? ¿puedes?
This love...
Capitulo 1
- Spoiler:
- No sabe como ha llegado a esa situación. Acostada en la cama con un hombre que no le pertenece, y a pesar de ser consciente de aquello no puede evitar las ganas de colarse entre sus brazos cuando tiene oportunidad. Esta mal. Lo sabe, y se lo recrimina constantemente, pero sus ansias por poseerle, por sentirse amada por él pesan más que la culpa que la atrapa cuando todo acaba y el se marcha de nuevo. Sin hacer ruido, dejándola dormida en su cama.
El sol empieza a colarse por la ventana haciendo que la joven abra sus ojos con desgana. Como suele pasar algunos días a la semana, se encuentra en una cama ajena, pero a pesar de eso conocida para ella. Sonríe con desgana. A vuelto a pasar, se ha dejado llevar por sus sentimientos, se ha olvidado de todo lo que sus actos conllevan, del daño que puede causar si su aventura, si esta locura llega a salir a la luz.
Busca sus ropas entre las sabanas, no puede quedar rastro de ella en aquel lugar una vez que salga de allí. Es la regla principal, ''tu nunca has estado aquí''. Palabras duras pero al fin y al cabo necesarias si quería seguir con esta relación o lo que fuese que tenían. Normalmente quiere huir de todo, siempre se repite que está es la última vez, pero ahora siente que si le deja su corazón no lo soportará. Le necesita. Pero el es un hombre comprometido, y no con una mujer cualquiera. Las contradicciones son un gran dolor de cabeza para ella, lucha por mantenerse fría ante tal situación, pero poco a poco empieza a flaquear, y ya no sabe que hacer para mantenerse cuerda ante tal locura.
Sin hacer ruido, como si de un ladrón se tratase sale a hurtadillas de la habitación, sabe de sobra que el no estará esperándola en la sala, pero aún así esta nerviosa y guarda esperanzas de que algún día sea así a sabiendas de que eso jamás sucederá.
-Buenos días.- Se oye una voz ronca tras ella. La joven grita del susto, tapando su boca al instante.- Tranquila, solo estamos nosotros.- Dijo el chico con el semblante serio.
-B-bueno días.- Asintió la chica siguiéndole hacía la sala como si la llevasen a la celda más moribunda.
-¿Un café?.- La miró.- ¿Zumo?.- La chica seguía mirándole impactada.- Lo se todo. Por favor ¿Podrías decirme que quieres para desayunar?.- Volvió a preguntar impaciente ante las pocas palabras de la joven.
-Zumo estaría bien, gracias.- Musitó al fin, el chico se dispuso a servir las bebidas mientras ella, aún atónita tomó asiento en el blando sofá, inspiró el aroma de aquella amplia sala, se podía percibir el perfume del joven que seguramente habría estado allí hacia apenas unos minutos, suspiró de nuevo llevándose las manos a la cabeza y recostándose en el respaldo del sofá. Todo esto la superaba, se sentía una persona despreciable y lo peor es que no podía hacer nada para arreglarlo. ¿Qué hacer cuando te enamoras del hombre equivocado?. Ya nada podía salvarla.
-Soy Seung.- Se presentó mientras observaba con diversión como la chica bebía el zumo como si hubiese pasado días sin tomar algo líquido. Ella asintió sin apartar su boca del vaso. Naturalmente sabía quien era él.
-Yo soy...-Intentó decir la joven, pero fue interrumpida.
-YoungMi.- Afirmó Seung, dejándola aún más sorprendida.- JiYong es mi mejor amigo.- Aclaró la duda que se podía apreciar en el rostro de la joven.- Lo se todo desde el principio.-Continuó dejando sin palabras a la chica, la cual ahora se sentía bastante más culpable de lo normal.- No te juzgo. Es la primera vez que tengo la oportunidad de hablar contigo.- YoungMi suspiró avergonzada.- Tengo que irme. No olvides cerrar cuando salgas.- Seung se levantó y se dirigió a la puerta.
-Soy despreciable.-Dijo la joven, haciendo que Seung se parase y volviera su rostro para verla.
-No intentes enmendar tu culpa arremetiendo contra ti misma.- El chico tomó aire.- Deberías pensar en el daño que puedes causar con esto. JiYong es un caso perdido, pero tu pareces tener algo de cabeza.
-No se que hacer. ¿Cómo puedo luchar contra esto?. ¿Cómo?.- Exclamó casi sin aliento. La angustia se había colado en su garganta y le costaba la misma vida hablar sin que se notase las enormes ganas que tenía de llorar.
-No es mi problema.- Concluyó este saliendo de la casa. Dejando a la joven sola, frustrada y enojada consigo misma.
Eran las 8 de la mañana, temía entrar a casa y encontrarse con su hermana allí. Obviamente sabría que no había pasado la noche en casa. Las primeras veces, inocente de ella, intentaba engañarla poniendo almohadas bajo sus sabanas, pero ese truco debía de ser bastante viejo, pues no coló, y desde entonces opta por irse sin más, esperando su merecida regañina a la vuelta. No sabía como reaccionar con ella. Se sentía tan culpable que solo la dejaba echarle la bronca, sin rechistar, como si así pudiese compensarla.
Con sumo cuidado metió la llave en la cerradura y de nuevo sintiéndose como una ladrona abrió la puerta con sigilo. Al parecer la casa aún estaba a oscuras y sin señal de vida. Suspiró relajada.
Caminó unos pasos y pudo toparse con unos ojos que la esperaban, cansados. No abría dormido en toda la noche. Genial, un motivo más para sentirse el ser más miserable de la tierra.
-¿Se puede saber de donde vienes? ¿Has vuelto a salir hasta las tantas? Dios mio, es martes!, estas echando tu vida a la basura, ¿Lo sabes no?. Contestame YoungMi.- Gritó la mayor de los nervios. La chica no pudo pronunciar palabra. Ni siquiera podía mirarla a los ojos. Solo esperó a que ella terminase de hablar, para así poder retirarse a su habitación, en silencio, donde quizás se sentiría más culpable aún, pero dentro de lo que cabe protegida.- No se que hacer contigo.- Concluyó llevándose las manos al rostro.- No puedes seguir así. ¿Me oyes?.- La tomó del brazo impidiendo que se escabullese.- Mientras vivas aquí tienes que acatar las normas. Viniste aquí para estudiar, así que afronta tus responsabilidades y deja de comportarte como una cría.- YoungMi suspiró. Mordió sus labios para impedir así que las palabras saliesen. No quería decir algo de lo que luego se arrepintiese, por lo que simplemente se soltó del amarre de su hermana y tras bajar la cabeza avergonzada, como llevaba sintiéndose desde hacia un mes, se dispuso a entrar a su habitación.
A pesar de que no era una cría, cuando se trataba de enfrentarse a su hermana se sentía la persona más pequeña del mundo. Nunca habían tenido una buena relación, ni siquiera recuerda la última vez que la abrazó. Tampoco entiende porque sus padres se empeñaron en que terminase sus estudios en Seul y no en Busan como lo había echo hasta ahora. Maldice mil veces aquella situación y recostada en su cama, donde suele recapacitar y culparse por sus actos, esas cuatros paredes confidente de todas sus lágrimas, piensa que quizás si no hubiese venido a Seul, a ese maldito club, si no le hubiese conocido, ahora todo estaría bien. Pero el destino juega con nosotros, y somos tan estúpidos que solo nos dejamos llevar.
Última edición por lookatme el Dom Ago 21, 2011 9:49 pm, editado 1 vez
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
*OOOO*
Síguela, amé el comienzo O:
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Cap 2
Ha perdido la cuenta de cuantas horas lleva encerrada en su habitación. Su rostro aún sigue sonrojado por el continuo llanto, sus ojos húmedos y la garganta seca. Hunde su rostro en la almohada y suelta un grito ahogado. Le duele la cabeza, tantos pensamientos agolpados en ella, dando vueltas sin parar. Esta tan cansada de esta situación, pero no encuentra salida, no puede controlarse cuando se trata de JiYong. ''Maldita sea!''
Con dificultad se levanta de la cama y no muy convencida de sus movimientos abre la puerta de su cuarto. Al otro lado se oye la voz de su hermana. Sin hacer ruido llega hasta la sala, donde efectivamente su hermana mantiene una conversación telefónica. Por su tono de voz deduce al instante que se trata de él, y su corazón recibe un golpe inexistente.
Las miradas de las dos chicas se cruzan, un momento incómodo para YoungMi, que aparta la vista de inmediato y vuelve a bajar la cabeza. Tras unos segundos la conversación termina y Ji Hye se dirige a su hermana. Ambas ahora permanecen en silencio, sentadas cada una en un extremo del sofá. La atmósfera se ha vuelto tensa, YoungMi espera impaciente a que su hermana hable, pero esta parece no atreverse a hacerlo. Por lo que decide tomar las riendas por una vez.
-¿JiYong?.- Preguntó casi en un susurro. Le costaba tanto pronunciar su nombre delante de su hermana, como si solo con eso ella pudiese descubrirla. Ji Hye asintió.
-Esta noche celebramos nuestro segundo año.- Informó la mayor. De nuevo algo se rompió en el interior de la joven, que solo pudo fingir una sonrisa.- Vendrán nuestros amigos cercanos.- Siguió Ji Hye, estaba aún analizando las palabras con la que pedirle a su hermana que asistiera a aquella cena. Después de todo YoungMi era una persona importante para ella, aunque nunca supo como demostrárselo, ya que Ji Hye es de esas personas que jamás te dirían te quiero, o te abrazaría así sin más, sin embargo en su interior guardaba un gran amor hacía su hermana menor. - Me preguntaba si querrías venir..- Concluyó. YoungMi la miró sorprendida. Estuvo unos segundos recapacitando que hacer. Hizo una lista mentalmente con los pros y los contras de aquello. Lo que supondría el echo de tenerle tan cerca y sentirlo tan lejos a la vez. Verle sonreír en brazos de otra mujer, de su hermana.- Sería importante para mi que estuvieses.- Siguió la mayor viendo el silencio en el que quedaron envueltas. El rostro de la menor dejaba entrever el pánico que sentía, realmente quería que la tierra la tragase en aquel momento.
-Esta bien.- Terminó aceptando. No podía negarle nada, era como un castigo que ella misma se había impuesto, sentir dolor solo era un bajo precio a pagar por todo lo que ella estaba haciendo.
-Genial. A las 8 tienes que estar lista.- Dio por finalizada la conversación Ji Hye.
Tic, toc, tic...Las manillas del reloj seguían contando los segundos. La joven yacía sentada en el borde de su cama, con las manos entrelazadas y moviendo nerviosamente sus piernas, un suspiró escapo de sus labios. Era como esperar la hora de su muerte, su condena.
Hacía más de una hora que estaba lista, y aún así no se sentía con fuerzas para salir de su habitación. De nuevo suspirá llevándose las manos a las rodillas y apretando con fuerza, se maldice, lo maldice y sin poder remediarlo ese líquido salado que ya esta acostumbrada a derramar, sale de sus ojos sin que ella pueda hacer nada para evitarlo.
Fuera podía oír los pasos acelerados de su hermana que luchaba por tenerlo todo preparado antes de que los invitados llegasen. De repente unos golpes en su puerta. Suspirá e inmediatamente se mirá en el espejo que tiene en su tocador, supervisando que no queda rastro de lágrimas en su rostro. Unas toquecitos bajo sus ojos para secarlas, una sonrisa improvisada y abre la puerta.
-¿Si?.- Pregunta mirando a su hermana, la cual luce bastante agotada.
-¿Puedes recibir tu a los invitados? Solo tienes que ofrecerles los aperitivos y algo de beber, yo mientras voy a prepararme, tengo que verme hermosa hoy.- Dijo con una gran sonrisa, hacía tiempo no la veía así. Tan ilusionada, desprendía un aura completamente diferente cuando Ji estaba involucrado. Y esa culpa que lleva a cuestas se intensifica más.
-Claro.- Asintió la joven de inmediato, sin pararse a pensar en que uno de los invitados, el principal para ser exactos era JiYong.
Da vueltas de un lado a otro, mira el reloj cada pocos segundos. Esta tan nerviosa. Solo quiere que aquello acabe lo antes posible y poder irse a la cama, taparse hasta la cabeza y dejar que las horas pasen.
El timbre le indica que los primeros invitados han llegado. Toma aire y tras dibujar una sonrisa en su rostro se dispone a abrir la puerta. Un apretón de manos, unas palabras banales, les ofrece lo que anteriormente su hermana le ha indicado, intentando que se sientan cómodos pone algo de música. Para su desgracia, como si la persiguiera cuando ella solo quería alejarse de todo, empieza a sonar una de sus canciones. Obssesion. Genial, piensa mientras de nuevo se dirige a la puerta, pues el timbre había vuelto a sonar.
Esta vez no tiene tanta suerte, frente a ella, con esa sonrisa carismática, su rostro inocente y esa labia que hace suspirar, se encuentra JiYong. Con miedo, pero a la vez esperanzas espera que le dedique una de sus sonrisas, un beso en la mejilla quizás...pero no ocurre nada de eso, un simple apretón de manos, salvando la distancia entre ambos, sin ni siquiera mirarla cruza el umbral de la puerta y hace como que ella no existe. Lo sabía. Sabía que ocurriría, pero aun así siente arder su interior, esa noche ella solo era un bulto en aquella casa. Y lo mejor que podía hacer el para no salir mal parado era apartarla, ignorando tal vez que el corazón de la joven cada vez era más débil ante sus actos, más vulnerable cuando se trataba de él.
Tras JiYong, Seung. Este la mirá serio. Su mirada parece declararle la guerra a la joven, la cual abatida baja la vista y le ofrece pasar sin muchos ánimos. No tiene fuerzas, al final tanta preparación mental es en vano, tenía todas las ideas ordenadas en su cabeza, creía tener controlados sus sentimientos, pero una simple mirada y todo se desarma. Y lo peor es que a el parece no afectarle lo más mínimo. Muchas veces se ha planteado el echo de que el no fuese consciente de lo que su corazón sentía, de todos modos ella nunca había echo clara ante el. Pero luego recapacita, ¿Cómo no puede darse cuenta? ¿En serio la cree un ser tan miserable como para hacerle eso a su hermana por gusto?. ''Me volveré loca'' piensa mientras se dispone a tomar asiento, lo más alejada que puede de él.
Tras unos minutos Ji Hye sale de su habitación. Esta realmente hermosa, y el momento que más temía ocurre. Con esa sonrisa que tanto desea, JiYong se dispone a abrazar a Ji Hye, la rodea con sus fuertes manos, esas que tantas noches han acariciado su cuerpo, pero al contrario que cuando la abrazaban a ella, esta vez parecen delicadas, llenas de amor. Siente un escalofrío recorrer toda su espalda, inspira disimuladamente para retener sus lágrimas, ante todo debe mantener la compostura.
-Bonito ¿verdad?.- Su voz ronca la hace volver a la realidad. Le mira desafiante, ¿Disfruta viéndola sufrir?. A pesar de tener unas inmensas ganas de contestarle de una manera bastante borde para su gusto, solo asiente levemente.- Siempre será así. ¿De verdad te compensa tenerle en la cama unos días a la semana?.- Preguntó con cierto sarcasmo en su voz.- Debe de ser muy bueno, porque si no, no lo entendería.- La joven suelta una risa nerviosa, señal de que intenta controlarse. Desvía su vista de aquel joven evitándole, sabe que sus palabras están llenas de verdad, pero no quiere oírlas.
Sus ojos sin quererlo buscan la silueta de JiYong, sabe que se arriesga a ver algo que no le gustará, que le haría daño, pero aun así no puede evitar mirarle. Mirarlos. Se ven tan felices, tan cercanos. Con delicadeza, JiYong agarra la cintura de Ji Hye y tras poner una de sus manos en su rostro la besa dulcemente. El alma por los suelos, YoungMi aprieta fuertemente sus puños. Lucha porque sus lágrimas no salgan, pero la guerra ya hacía tiempo la tenía perdida. Antes de que los presentes se diesen cuenta, la joven sale de la sala y se encierra en el baño.
Ha pasado una hora, quizás dos, desde que esta allí encerrada. Seguramente ya habrán notado su ausencia, pero no se siente capacitada para salir. Se mira al espejo, se ve horrible, el rimel a ensuciado su rostro, tiene los ojos rojos de llorar y su maquillaje se ha mezclado con sus lágrimas. Si sale en ese estado solo empeoraría las cosas.
Se sienta cansada en el váter, apoya su cabeza en la pared, esta agotada, su cuerpo le pesa más de lo normal, siente como su cabeza da vueltas. No puede más. No lo soporta.
Unos toques en la puerta la hacen levantarse sobresaltada. Se apoya en la puerta, impidiendo el paso a quien sea que este al otro lado.
-¿Hay alguien hay?, vamos necesito usar el baño.- Su voz. El corazón ha empezado a latir aceleradamente, se da la vuelta sin dejar de hacer peso en la puerta, para poder mirarse al espejo e intentar arreglar su imagen, no puede verla así.
Suspira y abre la puerta, baja su cabeza para impedir que este pueda verle el rostro, que aun luce bastante deplorable. La chica intenta salir de allí lo antes posible, pero JiYong la detiene.
-¿Llevas hay todo este tiempo?.- Pregunta, clavando sus ojos en ella. La joven queda inmóvil, sintiendo la mirada de JiYong en ella, no se atreve a pronunciar palabra.- Hey, mirame.- Con total tranquilidad agarra el rostro de la joven, obligándola a mirarle. La chica pone resistencia, pero sus manos son firmes y al final consigue que YoungMi alce su rostro.- ¿Qué te ha pasado?.- Pregunta sin apartar sus ojos de ella. Parece tan tranquilo, al contrario que la joven, que no para de mirar hacia todos lados, supervisando que nadie pueda verles.
-Dejame ir por favor.- Suplica la chica zafándose de las manos de JiYong. Pero este no esta dispuesto a dejarla ir tan fácil. No hasta lograr saber que ocurre. Vuelve a agarrar la mano de la chica, que se estremece al notar el tacto de su piel de nuevo sobre la suya, JiYong entra al baño, arrastrándola a ella con él.
-Dejame salir de aquí JiYong.- Esta vez sus palabras suenan demandantes. Realmente quiere irse, siente miedo, porque en cualquier momento su hermana puede notar que ambos faltan y aunque no tiene porque pensar que ellos están juntos, su mente empieza a ponerse en lo peor.-Quiero irme ahora.- Vuelve a decir suplicante.- Por favor dejame salir.
Pero JiYong hace oídos sordos a las suplicas de la chica. Colocá sus manos en la cintura de la joven, atraiéndola hacía su cuerpo, de tal modo que no queda distancia entre ellos. YoungMi intenta escapar, pero JiYong no la deja. La chica suspirá vencida, y nuevamente intenta soltarse del amarre.
-¿Qué pasa?.- Susurra el chico colocando su rostro en el cuello de ella. YoungMi traga saliva e intenta controlar su respiración entrecortada, los nervios han empezado a atraparla.
-No te das cuenta que Ji Hye esta a unos metros de aquí.- Logra decir, intentando ignorar las caricias de JiYong, su aliento que choca contra su cuello, o su aroma que se cuela por su nariz.
-Esta ocupada con los invitados.- Susurró con tranquilidad, para luego ir depositando leves besos en el cuello de esta.
-No es justo. Esto no es justo.- Suspirá intentando no derramar lágrimas.- Tiene que acabar JiYong. No puedo seguir haciendo esto, ya no lo soporto.-Dijo agarrando fuertemente la camisa del joven en un último intento por no llorar.- Esta es la última vez.- Concluyó bajando su vista, abatida completamente, apoyó su cabeza sobre el pecho de Ji, el cual sonrió levemente.
-¿Sabes cuantas veces has dicho esa frase?.- JiYong soltó la cintura de la chica para tomarla ahora del rostro y besarla con decisión. YoungMi no pudo hacer nada, deseaba ser besada, deseaba que por ese momento el pensara en ella, por lo que se dejo llevar. Aún así la imagen de su hermana aparecía en su cabeza. ¿Cómo podía hacerla cometer tales locuras?, ¿Y por que ella no podía detenerle?. Se sentía tan indefensa cuando JiYong la tocaba, no podía negarle nada, y quizás ese era el error más grande que cometía. Debía aprender a pararle los píes. A decirle no.
Con dificultad se levanta de la cama y no muy convencida de sus movimientos abre la puerta de su cuarto. Al otro lado se oye la voz de su hermana. Sin hacer ruido llega hasta la sala, donde efectivamente su hermana mantiene una conversación telefónica. Por su tono de voz deduce al instante que se trata de él, y su corazón recibe un golpe inexistente.
Las miradas de las dos chicas se cruzan, un momento incómodo para YoungMi, que aparta la vista de inmediato y vuelve a bajar la cabeza. Tras unos segundos la conversación termina y Ji Hye se dirige a su hermana. Ambas ahora permanecen en silencio, sentadas cada una en un extremo del sofá. La atmósfera se ha vuelto tensa, YoungMi espera impaciente a que su hermana hable, pero esta parece no atreverse a hacerlo. Por lo que decide tomar las riendas por una vez.
-¿JiYong?.- Preguntó casi en un susurro. Le costaba tanto pronunciar su nombre delante de su hermana, como si solo con eso ella pudiese descubrirla. Ji Hye asintió.
-Esta noche celebramos nuestro segundo año.- Informó la mayor. De nuevo algo se rompió en el interior de la joven, que solo pudo fingir una sonrisa.- Vendrán nuestros amigos cercanos.- Siguió Ji Hye, estaba aún analizando las palabras con la que pedirle a su hermana que asistiera a aquella cena. Después de todo YoungMi era una persona importante para ella, aunque nunca supo como demostrárselo, ya que Ji Hye es de esas personas que jamás te dirían te quiero, o te abrazaría así sin más, sin embargo en su interior guardaba un gran amor hacía su hermana menor. - Me preguntaba si querrías venir..- Concluyó. YoungMi la miró sorprendida. Estuvo unos segundos recapacitando que hacer. Hizo una lista mentalmente con los pros y los contras de aquello. Lo que supondría el echo de tenerle tan cerca y sentirlo tan lejos a la vez. Verle sonreír en brazos de otra mujer, de su hermana.- Sería importante para mi que estuvieses.- Siguió la mayor viendo el silencio en el que quedaron envueltas. El rostro de la menor dejaba entrever el pánico que sentía, realmente quería que la tierra la tragase en aquel momento.
-Esta bien.- Terminó aceptando. No podía negarle nada, era como un castigo que ella misma se había impuesto, sentir dolor solo era un bajo precio a pagar por todo lo que ella estaba haciendo.
-Genial. A las 8 tienes que estar lista.- Dio por finalizada la conversación Ji Hye.
Tic, toc, tic...Las manillas del reloj seguían contando los segundos. La joven yacía sentada en el borde de su cama, con las manos entrelazadas y moviendo nerviosamente sus piernas, un suspiró escapo de sus labios. Era como esperar la hora de su muerte, su condena.
Hacía más de una hora que estaba lista, y aún así no se sentía con fuerzas para salir de su habitación. De nuevo suspirá llevándose las manos a las rodillas y apretando con fuerza, se maldice, lo maldice y sin poder remediarlo ese líquido salado que ya esta acostumbrada a derramar, sale de sus ojos sin que ella pueda hacer nada para evitarlo.
Fuera podía oír los pasos acelerados de su hermana que luchaba por tenerlo todo preparado antes de que los invitados llegasen. De repente unos golpes en su puerta. Suspirá e inmediatamente se mirá en el espejo que tiene en su tocador, supervisando que no queda rastro de lágrimas en su rostro. Unas toquecitos bajo sus ojos para secarlas, una sonrisa improvisada y abre la puerta.
-¿Si?.- Pregunta mirando a su hermana, la cual luce bastante agotada.
-¿Puedes recibir tu a los invitados? Solo tienes que ofrecerles los aperitivos y algo de beber, yo mientras voy a prepararme, tengo que verme hermosa hoy.- Dijo con una gran sonrisa, hacía tiempo no la veía así. Tan ilusionada, desprendía un aura completamente diferente cuando Ji estaba involucrado. Y esa culpa que lleva a cuestas se intensifica más.
-Claro.- Asintió la joven de inmediato, sin pararse a pensar en que uno de los invitados, el principal para ser exactos era JiYong.
Da vueltas de un lado a otro, mira el reloj cada pocos segundos. Esta tan nerviosa. Solo quiere que aquello acabe lo antes posible y poder irse a la cama, taparse hasta la cabeza y dejar que las horas pasen.
El timbre le indica que los primeros invitados han llegado. Toma aire y tras dibujar una sonrisa en su rostro se dispone a abrir la puerta. Un apretón de manos, unas palabras banales, les ofrece lo que anteriormente su hermana le ha indicado, intentando que se sientan cómodos pone algo de música. Para su desgracia, como si la persiguiera cuando ella solo quería alejarse de todo, empieza a sonar una de sus canciones. Obssesion. Genial, piensa mientras de nuevo se dirige a la puerta, pues el timbre había vuelto a sonar.
Esta vez no tiene tanta suerte, frente a ella, con esa sonrisa carismática, su rostro inocente y esa labia que hace suspirar, se encuentra JiYong. Con miedo, pero a la vez esperanzas espera que le dedique una de sus sonrisas, un beso en la mejilla quizás...pero no ocurre nada de eso, un simple apretón de manos, salvando la distancia entre ambos, sin ni siquiera mirarla cruza el umbral de la puerta y hace como que ella no existe. Lo sabía. Sabía que ocurriría, pero aun así siente arder su interior, esa noche ella solo era un bulto en aquella casa. Y lo mejor que podía hacer el para no salir mal parado era apartarla, ignorando tal vez que el corazón de la joven cada vez era más débil ante sus actos, más vulnerable cuando se trataba de él.
Tras JiYong, Seung. Este la mirá serio. Su mirada parece declararle la guerra a la joven, la cual abatida baja la vista y le ofrece pasar sin muchos ánimos. No tiene fuerzas, al final tanta preparación mental es en vano, tenía todas las ideas ordenadas en su cabeza, creía tener controlados sus sentimientos, pero una simple mirada y todo se desarma. Y lo peor es que a el parece no afectarle lo más mínimo. Muchas veces se ha planteado el echo de que el no fuese consciente de lo que su corazón sentía, de todos modos ella nunca había echo clara ante el. Pero luego recapacita, ¿Cómo no puede darse cuenta? ¿En serio la cree un ser tan miserable como para hacerle eso a su hermana por gusto?. ''Me volveré loca'' piensa mientras se dispone a tomar asiento, lo más alejada que puede de él.
Tras unos minutos Ji Hye sale de su habitación. Esta realmente hermosa, y el momento que más temía ocurre. Con esa sonrisa que tanto desea, JiYong se dispone a abrazar a Ji Hye, la rodea con sus fuertes manos, esas que tantas noches han acariciado su cuerpo, pero al contrario que cuando la abrazaban a ella, esta vez parecen delicadas, llenas de amor. Siente un escalofrío recorrer toda su espalda, inspira disimuladamente para retener sus lágrimas, ante todo debe mantener la compostura.
-Bonito ¿verdad?.- Su voz ronca la hace volver a la realidad. Le mira desafiante, ¿Disfruta viéndola sufrir?. A pesar de tener unas inmensas ganas de contestarle de una manera bastante borde para su gusto, solo asiente levemente.- Siempre será así. ¿De verdad te compensa tenerle en la cama unos días a la semana?.- Preguntó con cierto sarcasmo en su voz.- Debe de ser muy bueno, porque si no, no lo entendería.- La joven suelta una risa nerviosa, señal de que intenta controlarse. Desvía su vista de aquel joven evitándole, sabe que sus palabras están llenas de verdad, pero no quiere oírlas.
Sus ojos sin quererlo buscan la silueta de JiYong, sabe que se arriesga a ver algo que no le gustará, que le haría daño, pero aun así no puede evitar mirarle. Mirarlos. Se ven tan felices, tan cercanos. Con delicadeza, JiYong agarra la cintura de Ji Hye y tras poner una de sus manos en su rostro la besa dulcemente. El alma por los suelos, YoungMi aprieta fuertemente sus puños. Lucha porque sus lágrimas no salgan, pero la guerra ya hacía tiempo la tenía perdida. Antes de que los presentes se diesen cuenta, la joven sale de la sala y se encierra en el baño.
Ha pasado una hora, quizás dos, desde que esta allí encerrada. Seguramente ya habrán notado su ausencia, pero no se siente capacitada para salir. Se mira al espejo, se ve horrible, el rimel a ensuciado su rostro, tiene los ojos rojos de llorar y su maquillaje se ha mezclado con sus lágrimas. Si sale en ese estado solo empeoraría las cosas.
Se sienta cansada en el váter, apoya su cabeza en la pared, esta agotada, su cuerpo le pesa más de lo normal, siente como su cabeza da vueltas. No puede más. No lo soporta.
Unos toques en la puerta la hacen levantarse sobresaltada. Se apoya en la puerta, impidiendo el paso a quien sea que este al otro lado.
-¿Hay alguien hay?, vamos necesito usar el baño.- Su voz. El corazón ha empezado a latir aceleradamente, se da la vuelta sin dejar de hacer peso en la puerta, para poder mirarse al espejo e intentar arreglar su imagen, no puede verla así.
Suspira y abre la puerta, baja su cabeza para impedir que este pueda verle el rostro, que aun luce bastante deplorable. La chica intenta salir de allí lo antes posible, pero JiYong la detiene.
-¿Llevas hay todo este tiempo?.- Pregunta, clavando sus ojos en ella. La joven queda inmóvil, sintiendo la mirada de JiYong en ella, no se atreve a pronunciar palabra.- Hey, mirame.- Con total tranquilidad agarra el rostro de la joven, obligándola a mirarle. La chica pone resistencia, pero sus manos son firmes y al final consigue que YoungMi alce su rostro.- ¿Qué te ha pasado?.- Pregunta sin apartar sus ojos de ella. Parece tan tranquilo, al contrario que la joven, que no para de mirar hacia todos lados, supervisando que nadie pueda verles.
-Dejame ir por favor.- Suplica la chica zafándose de las manos de JiYong. Pero este no esta dispuesto a dejarla ir tan fácil. No hasta lograr saber que ocurre. Vuelve a agarrar la mano de la chica, que se estremece al notar el tacto de su piel de nuevo sobre la suya, JiYong entra al baño, arrastrándola a ella con él.
-Dejame salir de aquí JiYong.- Esta vez sus palabras suenan demandantes. Realmente quiere irse, siente miedo, porque en cualquier momento su hermana puede notar que ambos faltan y aunque no tiene porque pensar que ellos están juntos, su mente empieza a ponerse en lo peor.-Quiero irme ahora.- Vuelve a decir suplicante.- Por favor dejame salir.
Pero JiYong hace oídos sordos a las suplicas de la chica. Colocá sus manos en la cintura de la joven, atraiéndola hacía su cuerpo, de tal modo que no queda distancia entre ellos. YoungMi intenta escapar, pero JiYong no la deja. La chica suspirá vencida, y nuevamente intenta soltarse del amarre.
-¿Qué pasa?.- Susurra el chico colocando su rostro en el cuello de ella. YoungMi traga saliva e intenta controlar su respiración entrecortada, los nervios han empezado a atraparla.
-No te das cuenta que Ji Hye esta a unos metros de aquí.- Logra decir, intentando ignorar las caricias de JiYong, su aliento que choca contra su cuello, o su aroma que se cuela por su nariz.
-Esta ocupada con los invitados.- Susurró con tranquilidad, para luego ir depositando leves besos en el cuello de esta.
-No es justo. Esto no es justo.- Suspirá intentando no derramar lágrimas.- Tiene que acabar JiYong. No puedo seguir haciendo esto, ya no lo soporto.-Dijo agarrando fuertemente la camisa del joven en un último intento por no llorar.- Esta es la última vez.- Concluyó bajando su vista, abatida completamente, apoyó su cabeza sobre el pecho de Ji, el cual sonrió levemente.
-¿Sabes cuantas veces has dicho esa frase?.- JiYong soltó la cintura de la chica para tomarla ahora del rostro y besarla con decisión. YoungMi no pudo hacer nada, deseaba ser besada, deseaba que por ese momento el pensara en ella, por lo que se dejo llevar. Aún así la imagen de su hermana aparecía en su cabeza. ¿Cómo podía hacerla cometer tales locuras?, ¿Y por que ella no podía detenerle?. Se sentía tan indefensa cuando JiYong la tocaba, no podía negarle nada, y quizás ese era el error más grande que cometía. Debía aprender a pararle los píes. A decirle no.
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
O: ¿JiYong con su hermana?
Pobre YoungMi es tan vulnerable cuando él está...
JiHye l:
Continúa, está genial :3
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
cap3
La puerta se abrió de improvisto, haciendo que los dos jóvenes se separasen del beso que los unía. Para su suerte, el intruso era Seung, por lo que Ji sonrió aliviado.
-Menos mal. A faltado poco.- Sonrió.- Será mejor que me vaya.-intentó estar tranquilo, aunque su corazón aún latía algo acelerado por el susto. Continuó mirando a YoungMi, para luego dar unos leves golpes en la espalda de su amigo y salir de nuevo a la fiesta que se cocía en la sala.
YoungMi se sentía tan idiota, tan utilizada, que solo pensaba en ahogar sus penas en alcohol. Nunca había necesitado tanto un trago como ahora, por lo que ignorando por completo la presencia de Seung aún frente a ella, mirándola con ese semblante amenazante como desde que le vio aquella mañana, se dispuso a salir del baño e ir directa a la cocina a coger una botella, la más fuerte que hubiese, necesitaba olvidar.
Sentada en una de las sillas que rodean la mesa de la cocina, alejada de todo el mundo, empieza a beber de aquel líquido. Así trago tras trago, la botella cada vez estaba más vacía y su corazón sigue doliendo igual.
''Esto es tan surrealista. Ambos en la misma habitación, llena de personas que sobran a nuestro alrededor.
Tú intentando hacer como que no existo, y yo conteniendo las ganas de pasar el límite que nos separa.''
Bajo el efecto del alcohol siente que nada importa, ha perdido todo sentido común, y aunque en el fondo sabe que es en vano, quiere ponerle celoso, en otras circunstancias y con unas copas de menos no se habría atrevido, pero el alcohol ya ha inundado su organismo, y se siente más lanzada que nunca, realmente quiere descubrir que siente el.
Con movimientos torpes a causa de la gran cantidad de alcohol empieza a buscar a una presa para poder llevar a cabo su plan, suelta la botella en la mesa, y tras respirar profundamente se dirige a uno de los invitados, le conoce de hace tiempo, el típico chico de manos largas que jamás se negaría cuando una chica se le pone delante. Presa fácil.
La música sigue sonando, una escusa perfecta para poder acercarse a el sin que sea demasiado obvio. Tropieza un par de veces antes de llegar hasta el joven, que nada más verla llegar no duda en aprovechar la situación, YoungMi se deja rodear por esos brazos ajenos, ha captado la atención de JiYong y aunque en su interior cree que esta siendo cuidadosa, la imagen que esta dando a los demás es bastante vergonzosa. No solo los ojos de Ji están puestos en ella, su hermana y los demás invitados también la miran asombrados. La chica sin pensarlo demasiado choca sus labios contra los del joven, un beso brusco, pero a pesar de eso, el chico, también algo alcoholizado, continua. Colocá su mano en la nuca de la joven, obligándola a besarle de nuevo. Un impulso hace que JiYong quiera ir a partirle la boca a aquel tipo, pero consciente de la situación, solo puede cerrar sus puños con fuerza, mirando la escena al lado de Ji Hye, que tiene la vista perdida y el rostro desencajado.
YoungMi forcejea con aquel chico, intentando librarse de su amarre, el plan no le ha salido tan bien como ella pensaba, no ha visto ninguna reacción en JiYong y eso la hace enojar, se siente tan insignificante, tan poca cosa...Ni siquiera viendo como ese tío intenta propasarse el no es capaz de hacer nada. Inevitablemente su corazón duele.
Con un suspiró resignado, porque el no quiere meterse, lucha por mantenerse al margen, pero cuando se trata de este tipo de cosas, cuando una mujer se encuentra en apuros, su instinto le dice que debe actuar. Seung avanza unos paso con decisión y con toda firmeza separa a los dos Jóvenes, atrayendo a YoungMi hacia el.
Todo se vuelve confuso, las fuerzas la abandonan, siente sus piernas temblar. La música se para y antes de que pueda reaccionar se encuentra de frente a Ji Hye, molesta.
-Váyanse!.- Grita enojada. Los invitados la miran sorprendidos, miradas confusas entre ellos y luego se vuelven a depositar en la anfitriona.- Ahora!.- Concluyó la chica señalando la puerta con su brazo completamente extendido. Entre susurros los presentes en la sala se retiran.-Tu también. Fuera de aquí.- Dijo amenazante al joven con el cual su hermana había arruinado el que sería el día más feliz de su vida. El chico no tardó en obedecer, dejando a solas a aquellas dos chicas y tras ellas a JiYong y Seung.
Silencio. La tensión puede palmarse en el aire. Todos permanecen callados, solo se puede oír el sonido de las respiraciones, sobre todo la de Ji Hye. La mas pequeña de las dos permanece con la cabeza baja, posa una mano sobre esta, le duele. El alcohol esta empezando a provocar los síntomas típicos.
-¿Contenta?.- Habló al fin la mayor ante la atenta mirada de Ji y Seung, que solo se dedican a oír, aun parados en la misma posición en la que estaban en un principio.- Lo has arruinado todo, ¿No podrías comportarte por una vez? ¿Era mucho pedir?.- Ji Hye se lleva las manos a la cabeza.- Joder, sabes lo importante que es esto para mi.- La joven oye las palabras de su hermana pero no es capaz de retenerlas por mucho tiempo, esta aturdida.- Mirate, ¿Crees que puedes ir así por la vida?, estas borracha.- Dijo ahora señalando el cuerpo débil de YoungMi, que luchaba por mantenerse en píe.- Siempre igual. ¿¡Esto es lo que quieres!? Pasar las noches en bares de mala muerte, bebiendo para luego meterte en la cama de cualquiera?.- El silencio se apodera de la sala de nuevo, todos esperan a una contestación por parte de la joven, Ji empieza a notar los nervios de una posible confesión proveniente de YoungMi. Traga saliva sin apartar la vista de la joven, que aun yace con la cabeza baja.
-¿Eso piensas de mi?.- Con gran esfuerzo lográ dejar salir esas palabras. Ahora sube su rostro y mira fijamente a su hermana, aun esta borracha y puede enfrentarla sin sentirse culpable, ya tendrá tiempo cuando el efecto del alcohol se vaya.- ¿Piensas eso de mi?.- volvió a preguntar con más soltura. Ji Hye asiente aun bajo las garras del enfado.
Sin decir palabra, camina hacia la puerta, ya es bastante, es suficiente. Sabe que ella sola se ha metido en esta situación, y vendería su alma al diablo, o lo que queda de ella por volver el tiempo atrás, pero no puede, solo le queda castigarse por amar a el hombre equivocado.
Vacila un poco antes de abrir la puerta, sus reflejos y el equilibrio no juegan a su favor, aun así no da marcha atrás y se dispone a salir de la casa. Nadie se lo impide, cosa que la hace sentirse más insignificante y poca cosa. Las ganas de llorar la invaden de nuevo, sus ojos vuelven a estar húmedos, pero antes de que las primeras lágrimas salgan, cierra la puerta. No quiere que la vean llorar en ese estado tan deplorable.
Para ella ocultar sus sentimientos es algo a lo que esta acostumbrada. Jamás permitiría que la viesen débil, aunque en la soledad fuese la persona más sensible y vulnerable, para la gente que la rodeaba ella era una chica a la que le importaba tres pimientos lo que pasará a su alrededor. Y nada más lejos de la realidad, pues nadie sabía con el gran dolor que cargaba cada día.
Nada más salir se percató de que ni siquiera se había dignado a coger las llaves. Pero tampoco le importa. Baja unos cuantos escalones, los que sus piernas temblorosas le permite, y sin poner impedimento se sienta apoyando su cabeza en la pared, y llora, llora todo lo que ha estado reteniendo durante todo este tiempo, regañándose a ella misma por ser tan estúpida, esta enfadada con el, con su hermana, con el mundo entero. Su corazón no lo soporta, esta tan adolorido, tan roto que ya ni siquiera sabe lo que siente. El calor en su pecho, los continuos golpes que siente chocar contra este, le indican que aún su corazón tiene vida, pero en sentido figurado, ella no siente que tenga uno. JiYong se lo ha ido apropiando con cada caricia, con cada beso, y ahora se ha convertido en una mujer sin alma, sin corazón.
El edificio esta en silencio, normal, son más de media noche. La joven parece sentirse mejor entre las sombras, donde nadie puede verla y en tal silencio que puede oír lo que queda de su corazón latir.
Esta adormecida, pero no lo suficiente para no oír que una puerta se abre y mentalmente reza por que no sea JiYong o su hermana y la vean así. Como si de algo le sirviera hunde su rostro entre sus piernas, cierra con fuerza sus ojos, como el asesino más cruel que espera su muerte en la silla eléctrica. Como si cerrando los ojos ellos no la verían. Pero tras unos segundos, el silencio vuelve. Respira tranquila.
-Así que estabas aquí.- Su corazón del susto volvió a latir rápido, pero tras unos segundos reconoció la voz pastosa y grave, por un momento por su mente pasó la idea de que JiYong estuviese allí, que hubiese ido a buscarla como hacen los príncipes azules cuando su princesa es raptada por un malvado ogro- Suspira. Al fin y al cabo ella no era una princesa, y esto no era un cuento de hadas.-Esta preocupada por ti. Deberías entrar.- La chica sin dejar su posición, niega con la cabeza. Siente como el calor de un cuerpo se sitúa junto a ella. Una sensación agradable, que inconscientemente la hace sentir mejor. - ¿Piensas pasar aquí la noche?.- La joven se encogió de hombros.- Arg, enserio.- Bufó el chico, YoungMi lo sacaba de sus casillas. Quizás porque conocía la historia que se traía con su amigo, o por su forma tan pasiva de tomarse la vida, por no hacerse valer como mujer, realmente lo sacaba de quicio. Tomó aire y se dispuso a levantarse para irse de allí. Si ella no quería ayuda, el no podía hacer nada.
-No te vayas.- La joven le agarró del brazo antes de que este pudiese levantarse del todo.- Por favor.- Suplicó mirándole a los ojos.- No quiero estar sola.- Las palabras desoladas de la chica, su mirada suplicante, hicieron que el corazón de Seung se ablandara, realmente se veía mal.
-No podemos pasar la noche aquí.- La ayudó a ponerse en píe.- Vamos.- Concluyó mientras juntos, bajaban las escaleras de aquel edificio.
Seung con agilidad abre la puerta del apartamento, un ligero toque en el interruptor y la sala se ilumina. YoungMi había perdido la cuenta de cuantas veces había estado en aquel lugar, y ni siquiera se había parado a mirar con detenimiento aquella sala. Había un hermoso piano, hasta ahora inexistente para ella. Los muebles estaban colocados estrategicamente, sus colores claros daban un efecto de calor aunque fuese de noche y fuera estuviese lloviendo fuertemente. Suspirá. ¿Por qué iba a tener que recordar todo eso? Las pocas horas que pasaba allí estaba con JiYong y este no la dejaba mucho tiempo para ponerse a contemplar la casa. Con una sonrisa triste se da cuenta de lo poco importante que le resulta su alrededor cuando esta con JiYong. De la forma tan ciega con la que se entrega.
-Esto te ará bien.- Seung le ofrece una taza con un líquido caliente en su interior. La joven no sabe que tipo de bebida es, pero necesita algo caliente, y acepta sin rechistar.
-Gracias.- Musitó la chica.
Los dos permanecen sentados en el amplió sofá. En silencio. Seung se colocá cerca de la chica, tiene ese impulso de querer protegerla, de cuidarla, ese sentimiento que nace en un hombre cuando ve a una mujer lastimada. Quiere ser útil para ella en esa circunstancia, pero no sabe que decir.
-Yo no lo sabía.- Rompe el silencio YoungMi. Seung la mirá incrédulo, pero sin pronunciar palabra, espera a que ella continúe.- Cuando le conocí. No sabía que estaba con alguien.- Terminó de informarle. Seung asintió levemente.
-No tienes que darme explicaciones.- Dijo en un tono bastante suave, al contrario que las demás veces, esta vez parecía comprensivo. La joven negó con la cabeza.
-Necesito contarlo, creo que me volveré loca si no dejo salir todo esto.- Sonrió amargamente.- Soy tan estúpida. Siempre acabo jodiendolo todo.- Seung poso una mano sobre su hombro. La chica inspiró más calmada, como si Seung le hubiese traspasado su energía.- Me dijeron que G-Dragon, el gran JiYong estaría esa noche en aquel club.- La joven paró y tomo aire.- Mi hermana nunca me cuenta las cosas importantes.- Sonrió de nuevo con tristeza.- Yo no sabía que ellos salían, ni siquiera sabía que era de la vida de mi hermana hasta que vine a Seul a principios de año.- Otra pausa, realmente le constaba hablar de aquello, quizás porque sería la primera vez que lo haría delante de otra persona.- A penas llevaba aquí unas semanas, conocí a unas chicas en la universidad, también eran fans del dúo que esta de moda.- Le miró de reojo, viendo una media sonrisa en el rostro de Seung.- Cuando me invitaron a ir con ellas a aquel club no lo dudé. No pensaba si quiera en tener algunas palabras con JiYong. Solo quería ver a un idol.- Sonrió avergonzada.- Pero el se acercó a mi. Estaba nerviosa, el me eligió a mi entre miles de chicas. Me sentía afortunada.- De nuevo otra pausa, intercambió una mirada con Seung.- Bendita ironía, ¿No?.- Ambos sonrieron levemente.- Ahora creo que hubiese sido mejor no tener tanta suerte aquella noche. Después de esa, muchas otras vinieron. No lo descubrí hasta un mes después, cuando por casualidad entre al cuarto de mi hermana, y sobre su cama pude ver una foto de ellos juntos, con anillos de pareja. Ji Hye y su manía por ocultar las cosas.- Su voz se quebró, Seung posó su mano sobre la de ella.
-Esta bien.- Dijo reconfortándola. Era la primera vez en mucho tiempo que alguien la apoyaba de ese modo, sin recriminarle nada, sin hacerla sentir culpable, por lo que inspiró profundo y continuó.
-Ahora ella cree que me doy a la mala vida.- Dejó entrever su amargura en aquellas palabras.- He perdido la confianza de mi hermana, la estoy perdiendo poco a poco y no hago nada para remediarlo. - Sin aguantar más dejo salir algunas lágrimas, debía estar muy afectada, Seung lo notó. Notó todo el dolor que sentía aquella chica, hasta hacía unos minutos desconocía que se sintiese de esa forma. Siempre la había tomado por una chica que no le importaba lo más mínimo los demás, solo ella y su bienestar. Pero quizás había juzgado demasiado rápido.
-Ahora lo sabes.- Interivno Seung refiriéndose a la relación de Ji con su hermana.
-Ahora es demasiado tarde.- Contestó sin ningún atisbo de emoción en su rostro. Parecía estar sin vida. Hueca. El chico suspiró.
-No creo que merezcas esto.- Dijo mirando a la nada.- Deberías hacerte valer, se razonable.- La chica le miró.
-¿Te has enamorado alguna vez?.- Seung asintió.- Entonces no me pidas que sea razonable.- El joven asintió de nuevo levemente.- Estoy tan atrapada, tan hundida que no veo salida. Seung, no puedo negarme cuando el me busca, no puedo porque yo también lo deseo. Le amo.- Sus palabras salieron en emboscada, tenía ganas de desahogarse, necesitaba expulsar todo lo que guardaba.- Le amo. Y no sabes como me siento. No sabes cuantas lágrimas llevo derramadas. ¿Crees que soy tan fría, tan cruel que no me tortura saber el daño que le puedo causar a Ji Hye?. Me lo recuerdo cada día, a cada segundo. No duermo por las noches porque la culpa me persigue. La veo tan feliz hablando de el, tan ilusionada que no soy capaz de mirarla a la cara. He pensado mil veces en contárselo de una vez y acabar con todo, quitarme este peso de encima, pero eso no sería justo. ¿Crees que estará mejor si se lo cuento? Eso la destrozaría.- Las lágrimas no la permitieron seguir. Tapó su rostro con ambas manos, para evitar así que Seung la viera. Su cuerpo temblaba.
-Esta bien. Esta bien.- Alcanzó a decir el chico, rodeándola con sus brazos.- Esta relación no es sana para ti.- Susurró el chico aun abrazándola, sintiendo aun su cuerpo temblar. Un abrazo reconfortante para la joven, que hacía tiempo necesitaba de uno. Tener un confidente, un hombro donde apoyarse.
-Gracias Seung.- Pronunció entre sollozos.- Gracias.- Volvió a agradecerle conmovida.
-Menos mal. A faltado poco.- Sonrió.- Será mejor que me vaya.-intentó estar tranquilo, aunque su corazón aún latía algo acelerado por el susto. Continuó mirando a YoungMi, para luego dar unos leves golpes en la espalda de su amigo y salir de nuevo a la fiesta que se cocía en la sala.
YoungMi se sentía tan idiota, tan utilizada, que solo pensaba en ahogar sus penas en alcohol. Nunca había necesitado tanto un trago como ahora, por lo que ignorando por completo la presencia de Seung aún frente a ella, mirándola con ese semblante amenazante como desde que le vio aquella mañana, se dispuso a salir del baño e ir directa a la cocina a coger una botella, la más fuerte que hubiese, necesitaba olvidar.
Sentada en una de las sillas que rodean la mesa de la cocina, alejada de todo el mundo, empieza a beber de aquel líquido. Así trago tras trago, la botella cada vez estaba más vacía y su corazón sigue doliendo igual.
''Esto es tan surrealista. Ambos en la misma habitación, llena de personas que sobran a nuestro alrededor.
Tú intentando hacer como que no existo, y yo conteniendo las ganas de pasar el límite que nos separa.''
Bajo el efecto del alcohol siente que nada importa, ha perdido todo sentido común, y aunque en el fondo sabe que es en vano, quiere ponerle celoso, en otras circunstancias y con unas copas de menos no se habría atrevido, pero el alcohol ya ha inundado su organismo, y se siente más lanzada que nunca, realmente quiere descubrir que siente el.
Con movimientos torpes a causa de la gran cantidad de alcohol empieza a buscar a una presa para poder llevar a cabo su plan, suelta la botella en la mesa, y tras respirar profundamente se dirige a uno de los invitados, le conoce de hace tiempo, el típico chico de manos largas que jamás se negaría cuando una chica se le pone delante. Presa fácil.
La música sigue sonando, una escusa perfecta para poder acercarse a el sin que sea demasiado obvio. Tropieza un par de veces antes de llegar hasta el joven, que nada más verla llegar no duda en aprovechar la situación, YoungMi se deja rodear por esos brazos ajenos, ha captado la atención de JiYong y aunque en su interior cree que esta siendo cuidadosa, la imagen que esta dando a los demás es bastante vergonzosa. No solo los ojos de Ji están puestos en ella, su hermana y los demás invitados también la miran asombrados. La chica sin pensarlo demasiado choca sus labios contra los del joven, un beso brusco, pero a pesar de eso, el chico, también algo alcoholizado, continua. Colocá su mano en la nuca de la joven, obligándola a besarle de nuevo. Un impulso hace que JiYong quiera ir a partirle la boca a aquel tipo, pero consciente de la situación, solo puede cerrar sus puños con fuerza, mirando la escena al lado de Ji Hye, que tiene la vista perdida y el rostro desencajado.
YoungMi forcejea con aquel chico, intentando librarse de su amarre, el plan no le ha salido tan bien como ella pensaba, no ha visto ninguna reacción en JiYong y eso la hace enojar, se siente tan insignificante, tan poca cosa...Ni siquiera viendo como ese tío intenta propasarse el no es capaz de hacer nada. Inevitablemente su corazón duele.
Con un suspiró resignado, porque el no quiere meterse, lucha por mantenerse al margen, pero cuando se trata de este tipo de cosas, cuando una mujer se encuentra en apuros, su instinto le dice que debe actuar. Seung avanza unos paso con decisión y con toda firmeza separa a los dos Jóvenes, atrayendo a YoungMi hacia el.
Todo se vuelve confuso, las fuerzas la abandonan, siente sus piernas temblar. La música se para y antes de que pueda reaccionar se encuentra de frente a Ji Hye, molesta.
-Váyanse!.- Grita enojada. Los invitados la miran sorprendidos, miradas confusas entre ellos y luego se vuelven a depositar en la anfitriona.- Ahora!.- Concluyó la chica señalando la puerta con su brazo completamente extendido. Entre susurros los presentes en la sala se retiran.-Tu también. Fuera de aquí.- Dijo amenazante al joven con el cual su hermana había arruinado el que sería el día más feliz de su vida. El chico no tardó en obedecer, dejando a solas a aquellas dos chicas y tras ellas a JiYong y Seung.
Silencio. La tensión puede palmarse en el aire. Todos permanecen callados, solo se puede oír el sonido de las respiraciones, sobre todo la de Ji Hye. La mas pequeña de las dos permanece con la cabeza baja, posa una mano sobre esta, le duele. El alcohol esta empezando a provocar los síntomas típicos.
-¿Contenta?.- Habló al fin la mayor ante la atenta mirada de Ji y Seung, que solo se dedican a oír, aun parados en la misma posición en la que estaban en un principio.- Lo has arruinado todo, ¿No podrías comportarte por una vez? ¿Era mucho pedir?.- Ji Hye se lleva las manos a la cabeza.- Joder, sabes lo importante que es esto para mi.- La joven oye las palabras de su hermana pero no es capaz de retenerlas por mucho tiempo, esta aturdida.- Mirate, ¿Crees que puedes ir así por la vida?, estas borracha.- Dijo ahora señalando el cuerpo débil de YoungMi, que luchaba por mantenerse en píe.- Siempre igual. ¿¡Esto es lo que quieres!? Pasar las noches en bares de mala muerte, bebiendo para luego meterte en la cama de cualquiera?.- El silencio se apodera de la sala de nuevo, todos esperan a una contestación por parte de la joven, Ji empieza a notar los nervios de una posible confesión proveniente de YoungMi. Traga saliva sin apartar la vista de la joven, que aun yace con la cabeza baja.
-¿Eso piensas de mi?.- Con gran esfuerzo lográ dejar salir esas palabras. Ahora sube su rostro y mira fijamente a su hermana, aun esta borracha y puede enfrentarla sin sentirse culpable, ya tendrá tiempo cuando el efecto del alcohol se vaya.- ¿Piensas eso de mi?.- volvió a preguntar con más soltura. Ji Hye asiente aun bajo las garras del enfado.
Sin decir palabra, camina hacia la puerta, ya es bastante, es suficiente. Sabe que ella sola se ha metido en esta situación, y vendería su alma al diablo, o lo que queda de ella por volver el tiempo atrás, pero no puede, solo le queda castigarse por amar a el hombre equivocado.
Vacila un poco antes de abrir la puerta, sus reflejos y el equilibrio no juegan a su favor, aun así no da marcha atrás y se dispone a salir de la casa. Nadie se lo impide, cosa que la hace sentirse más insignificante y poca cosa. Las ganas de llorar la invaden de nuevo, sus ojos vuelven a estar húmedos, pero antes de que las primeras lágrimas salgan, cierra la puerta. No quiere que la vean llorar en ese estado tan deplorable.
Para ella ocultar sus sentimientos es algo a lo que esta acostumbrada. Jamás permitiría que la viesen débil, aunque en la soledad fuese la persona más sensible y vulnerable, para la gente que la rodeaba ella era una chica a la que le importaba tres pimientos lo que pasará a su alrededor. Y nada más lejos de la realidad, pues nadie sabía con el gran dolor que cargaba cada día.
Nada más salir se percató de que ni siquiera se había dignado a coger las llaves. Pero tampoco le importa. Baja unos cuantos escalones, los que sus piernas temblorosas le permite, y sin poner impedimento se sienta apoyando su cabeza en la pared, y llora, llora todo lo que ha estado reteniendo durante todo este tiempo, regañándose a ella misma por ser tan estúpida, esta enfadada con el, con su hermana, con el mundo entero. Su corazón no lo soporta, esta tan adolorido, tan roto que ya ni siquiera sabe lo que siente. El calor en su pecho, los continuos golpes que siente chocar contra este, le indican que aún su corazón tiene vida, pero en sentido figurado, ella no siente que tenga uno. JiYong se lo ha ido apropiando con cada caricia, con cada beso, y ahora se ha convertido en una mujer sin alma, sin corazón.
El edificio esta en silencio, normal, son más de media noche. La joven parece sentirse mejor entre las sombras, donde nadie puede verla y en tal silencio que puede oír lo que queda de su corazón latir.
Esta adormecida, pero no lo suficiente para no oír que una puerta se abre y mentalmente reza por que no sea JiYong o su hermana y la vean así. Como si de algo le sirviera hunde su rostro entre sus piernas, cierra con fuerza sus ojos, como el asesino más cruel que espera su muerte en la silla eléctrica. Como si cerrando los ojos ellos no la verían. Pero tras unos segundos, el silencio vuelve. Respira tranquila.
-Así que estabas aquí.- Su corazón del susto volvió a latir rápido, pero tras unos segundos reconoció la voz pastosa y grave, por un momento por su mente pasó la idea de que JiYong estuviese allí, que hubiese ido a buscarla como hacen los príncipes azules cuando su princesa es raptada por un malvado ogro- Suspira. Al fin y al cabo ella no era una princesa, y esto no era un cuento de hadas.-Esta preocupada por ti. Deberías entrar.- La chica sin dejar su posición, niega con la cabeza. Siente como el calor de un cuerpo se sitúa junto a ella. Una sensación agradable, que inconscientemente la hace sentir mejor. - ¿Piensas pasar aquí la noche?.- La joven se encogió de hombros.- Arg, enserio.- Bufó el chico, YoungMi lo sacaba de sus casillas. Quizás porque conocía la historia que se traía con su amigo, o por su forma tan pasiva de tomarse la vida, por no hacerse valer como mujer, realmente lo sacaba de quicio. Tomó aire y se dispuso a levantarse para irse de allí. Si ella no quería ayuda, el no podía hacer nada.
-No te vayas.- La joven le agarró del brazo antes de que este pudiese levantarse del todo.- Por favor.- Suplicó mirándole a los ojos.- No quiero estar sola.- Las palabras desoladas de la chica, su mirada suplicante, hicieron que el corazón de Seung se ablandara, realmente se veía mal.
-No podemos pasar la noche aquí.- La ayudó a ponerse en píe.- Vamos.- Concluyó mientras juntos, bajaban las escaleras de aquel edificio.
Seung con agilidad abre la puerta del apartamento, un ligero toque en el interruptor y la sala se ilumina. YoungMi había perdido la cuenta de cuantas veces había estado en aquel lugar, y ni siquiera se había parado a mirar con detenimiento aquella sala. Había un hermoso piano, hasta ahora inexistente para ella. Los muebles estaban colocados estrategicamente, sus colores claros daban un efecto de calor aunque fuese de noche y fuera estuviese lloviendo fuertemente. Suspirá. ¿Por qué iba a tener que recordar todo eso? Las pocas horas que pasaba allí estaba con JiYong y este no la dejaba mucho tiempo para ponerse a contemplar la casa. Con una sonrisa triste se da cuenta de lo poco importante que le resulta su alrededor cuando esta con JiYong. De la forma tan ciega con la que se entrega.
-Esto te ará bien.- Seung le ofrece una taza con un líquido caliente en su interior. La joven no sabe que tipo de bebida es, pero necesita algo caliente, y acepta sin rechistar.
-Gracias.- Musitó la chica.
Los dos permanecen sentados en el amplió sofá. En silencio. Seung se colocá cerca de la chica, tiene ese impulso de querer protegerla, de cuidarla, ese sentimiento que nace en un hombre cuando ve a una mujer lastimada. Quiere ser útil para ella en esa circunstancia, pero no sabe que decir.
-Yo no lo sabía.- Rompe el silencio YoungMi. Seung la mirá incrédulo, pero sin pronunciar palabra, espera a que ella continúe.- Cuando le conocí. No sabía que estaba con alguien.- Terminó de informarle. Seung asintió levemente.
-No tienes que darme explicaciones.- Dijo en un tono bastante suave, al contrario que las demás veces, esta vez parecía comprensivo. La joven negó con la cabeza.
-Necesito contarlo, creo que me volveré loca si no dejo salir todo esto.- Sonrió amargamente.- Soy tan estúpida. Siempre acabo jodiendolo todo.- Seung poso una mano sobre su hombro. La chica inspiró más calmada, como si Seung le hubiese traspasado su energía.- Me dijeron que G-Dragon, el gran JiYong estaría esa noche en aquel club.- La joven paró y tomo aire.- Mi hermana nunca me cuenta las cosas importantes.- Sonrió de nuevo con tristeza.- Yo no sabía que ellos salían, ni siquiera sabía que era de la vida de mi hermana hasta que vine a Seul a principios de año.- Otra pausa, realmente le constaba hablar de aquello, quizás porque sería la primera vez que lo haría delante de otra persona.- A penas llevaba aquí unas semanas, conocí a unas chicas en la universidad, también eran fans del dúo que esta de moda.- Le miró de reojo, viendo una media sonrisa en el rostro de Seung.- Cuando me invitaron a ir con ellas a aquel club no lo dudé. No pensaba si quiera en tener algunas palabras con JiYong. Solo quería ver a un idol.- Sonrió avergonzada.- Pero el se acercó a mi. Estaba nerviosa, el me eligió a mi entre miles de chicas. Me sentía afortunada.- De nuevo otra pausa, intercambió una mirada con Seung.- Bendita ironía, ¿No?.- Ambos sonrieron levemente.- Ahora creo que hubiese sido mejor no tener tanta suerte aquella noche. Después de esa, muchas otras vinieron. No lo descubrí hasta un mes después, cuando por casualidad entre al cuarto de mi hermana, y sobre su cama pude ver una foto de ellos juntos, con anillos de pareja. Ji Hye y su manía por ocultar las cosas.- Su voz se quebró, Seung posó su mano sobre la de ella.
-Esta bien.- Dijo reconfortándola. Era la primera vez en mucho tiempo que alguien la apoyaba de ese modo, sin recriminarle nada, sin hacerla sentir culpable, por lo que inspiró profundo y continuó.
-Ahora ella cree que me doy a la mala vida.- Dejó entrever su amargura en aquellas palabras.- He perdido la confianza de mi hermana, la estoy perdiendo poco a poco y no hago nada para remediarlo. - Sin aguantar más dejo salir algunas lágrimas, debía estar muy afectada, Seung lo notó. Notó todo el dolor que sentía aquella chica, hasta hacía unos minutos desconocía que se sintiese de esa forma. Siempre la había tomado por una chica que no le importaba lo más mínimo los demás, solo ella y su bienestar. Pero quizás había juzgado demasiado rápido.
-Ahora lo sabes.- Interivno Seung refiriéndose a la relación de Ji con su hermana.
-Ahora es demasiado tarde.- Contestó sin ningún atisbo de emoción en su rostro. Parecía estar sin vida. Hueca. El chico suspiró.
-No creo que merezcas esto.- Dijo mirando a la nada.- Deberías hacerte valer, se razonable.- La chica le miró.
-¿Te has enamorado alguna vez?.- Seung asintió.- Entonces no me pidas que sea razonable.- El joven asintió de nuevo levemente.- Estoy tan atrapada, tan hundida que no veo salida. Seung, no puedo negarme cuando el me busca, no puedo porque yo también lo deseo. Le amo.- Sus palabras salieron en emboscada, tenía ganas de desahogarse, necesitaba expulsar todo lo que guardaba.- Le amo. Y no sabes como me siento. No sabes cuantas lágrimas llevo derramadas. ¿Crees que soy tan fría, tan cruel que no me tortura saber el daño que le puedo causar a Ji Hye?. Me lo recuerdo cada día, a cada segundo. No duermo por las noches porque la culpa me persigue. La veo tan feliz hablando de el, tan ilusionada que no soy capaz de mirarla a la cara. He pensado mil veces en contárselo de una vez y acabar con todo, quitarme este peso de encima, pero eso no sería justo. ¿Crees que estará mejor si se lo cuento? Eso la destrozaría.- Las lágrimas no la permitieron seguir. Tapó su rostro con ambas manos, para evitar así que Seung la viera. Su cuerpo temblaba.
-Esta bien. Esta bien.- Alcanzó a decir el chico, rodeándola con sus brazos.- Esta relación no es sana para ti.- Susurró el chico aun abrazándola, sintiendo aun su cuerpo temblar. Un abrazo reconfortante para la joven, que hacía tiempo necesitaba de uno. Tener un confidente, un hombro donde apoyarse.
-Gracias Seung.- Pronunció entre sollozos.- Gracias.- Volvió a agradecerle conmovida.
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Wow pobre YoungMi T-T
Estuvo tan triste D:
Odio como se porta Ji Yong con ella /:
Por lo menos Seung la ayudó esta vez...
Continúa please :3
Estuvo tan triste D:
Odio como se porta Ji Yong con ella /:
Por lo menos Seung la ayudó esta vez...
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~genie★- Alive
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Me encanta el fic!!! *____*
Pobre YoungMi, que mal lo debe de estar pasando DDD: que malo que es G Dragon que no se da ni cuenta de lo que ella sufre >.>
asdf espero que lo sigas pronto, me gusta mucho *_*
Pobre YoungMi, que mal lo debe de estar pasando DDD: que malo que es G Dragon que no se da ni cuenta de lo que ella sufre >.>
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Michi- With Love
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
me encanta tu fic.. es tan apasionado.. tan triste y dramatico.. pobre YoungMi esta sufriendo mucho.. lo bueno es que tiene a alguien que por lo menos la apoyo espero y continues pronto..
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Capitulo 4
Unos leves rayos se colaron por la persiana que permanecía a medio cerrar, eso, mezclado con unos ruidos provenientes del exterior la hicieron abrir con desgana los ojos. Un agudo dolor se coló en su cabeza, posó una de sus manos en la zona adolorida, realmente todo su cuerpo le dolía. Se levantó poco a poco, tardó en descubrir que aquella habitación no era la suya, tampoco la de JiYong. Recuerda perfectamente, mala suerte para ella, todo lo ocurrido la noche anterior. Sabe que esta en el departamento de Ji, pero esa habitación no es conocida para ella. En un movimiento inconsciente se mirá de arriba a bajo. Esta vestida. Lleva la misma ropa. Respira aliviada. Ahora más calmada, observá todo a su alrededor. Parece que esta en una juguetería. Sonrió mordiendo su labio inferior. ''Tan infantil'', pensó recordando la imagen de Seung, con ese semblante serio y su pelo decolorado a un blanco, casi gris, se le hacía cómico imaginarle jugando con todos esos muñecos de diferentes tamaños y colores que adornaban su habitación.
Tambaleándose un poco logra llegar hasta la puerta que la separa del resto de la casa. Mirá por costumbre a su alrededor, supervisando que no hay nadie, y se da un leve golpe en su frente, sintiéndose estúpida.
Unos pasos más y llegá al salón. Allí descansa el cuerpo de Seung, recostado en el sofá con unos papeles sobre el, algo parecido a un guión o algo así cree ver ella. La chica se acerca sin hacer ruido, le mirá de lejos y se dispone a preparar café. Le vendrá bien algo de cafeína a su cuerpo.
Tras unos minutos de caharros que se caen, de puertas y cajones abriéndose y cerrándose, YoungMi logra encontrar la cafetera. Mientras espera a que el café este listo se apoya sobre la encimera. Flashes, escenas cortas llegan a su mente de la nada. ''Y yo que quería olvidar'', piensa en voz alta, ignorando por completo que Seung se encuentra tras ella, escuchando divertido como la joven discute sola. Se la ve mucho mejor, interiormente se siente aliviado.
En uno de sus movimientos nerviosos la chica se gira, encontrándose a Seung allí parado. Sonriendo. Y casi por inercia, como si la sonrisa del joven la empujase a curvar sus labios, ella sonríe también.
-Haces mucho ruido.- Rompe esta vez el silencio Seung, sentándose en unas bancas, que dan un ambiente de bar a la cocina.- ¿Dormiste bien?.- Pregunta mirándola con curiosidad. La joven asiente.
-Tienes tantos muñecos. Pensé que papa Noel me había raptado.- Bromeó la chica, robandole una sonrisa a Seung. Tras eso el silencio vuelve a envolver la casa. La joven baja su vista al suelo. Avergonzada. Siente que esta en deuda con Seung, e intenta buscar las palabras exactas para agradecerle.- Lo siento.- Pronuncia casi en un susurro.- Te cause muchas molestias ayer. No es agradable estar en medio de esta...-Ni si quiera sabía como llamar al lazo que la unía a JiYong.- Situación.- Acabó diciendo, no muy convencida.
-No importa.- El joven la mirá con una leve sonrisa, acto que tranquiliza a YoungMi.
-Aigo!.- Suspira la chica.- Debí montar una escena ridícula ¿Verdad?.- Sus mejillas se tiñeron de un color rosado. No paraba de dar vueltas sobre su mente aquella imagen. Seung soltó una carcajada. No parecía la misma chica que veía algunas noches entrar con Ji en el departamento o la que encontró anoche temblando en las escaleras, como una niña pequeña que se ha perdido.- No te burles.- Golpeó el hombro de este levemente, para luego avergonzarse de su atrevimiento.
-No lo hago.- Se defendió él, con el rostro relajado.- Bebes para olvidar y al final acabas recordándolo todo. Es divertido.- Confesó de nuevo soltando otra carcajada. La chica sonrió débilmente, recordándose, quizás de manera demasiado severa que sentirse bien era algo que no merecía.
-Nada me sale bien.- Susurró borrando todo resto de emoción en su rostro.- Creo que es algún tipo de castigo. De esos que te devuelven las cosas que haces mal multiplicadas por dos.- Seung la miró con detenimiento.
-Karma. Creo que se llama así.-Contestó este dándole la espalda a la chica.- No creo en esas cosas.- Finalizó levantándose, para tomar asiento de nuevo en el sofá. La joven se dispuso a sentarse a su lado, echando a un lado aquellos papeles que anteriormente descansaban sobre el pecho de Seung.
-¿Qué te molesta tanto?.- Preguntó notando la sequedad en la voz del chico. Seung la miró fijamente, para luego desviar su mirada hacia la televisión que permanecía apagada.
-¿Siempre eres así de dura contigo misma?.- Preguntó tomando por sorpresa a YoungMi.- ¿Tanto te afecta lo que hace JiYong?.- no contestó. Se dispuso a bajar su mirada.- Ves! Eso es lo que me molesta.- Exclamó mirándola. Ella elevó su rostro.- Siempre andas con la cabeza baja, ¿Cuando vas a entender que nadie puede hacerte sentir así?.- Su voz sonaba enfadada. De echo lo estaba, le enervaba esa situación, y el echo de que ella no hiciera nada lo ponía aun más de los nervios.- ¿No te vas a permitir ser feliz?.- Concluyó buscando la mirada de la joven.
-No lo merezco Seung.- Sus ojos de nuevo se tornaron húmedos. El puso los suyos en blanco en señal de protesta, resignado.- Seung...-El aludido posa sus ojos en ella de nuevo, expectante .- ¿Puedo abrazarte?.- El joven asiente sin pensarlo, y antes de que pueda reaccionar, YoungMi esta abrazada a su torso. Puede notar sus latidos acelerados, su cuerpo cansado sobre el suyo. Seung conmovido y algo sorprendido aún, le devuelve el abrazo. Ambos permanecen callados. Sintiendo el respirar de cada uno, YoungMi se siente mejor, no sabe que especie de magia tienen los brazos de Seung, pero se siente mejor persona cuando estos le dan su calor.
Poco a poco YoungMi se separá del cuerpo de Seung. Sin decir palabra vuelve a acomodarse en el blando sofá. Suspirá, el aire que le sobrá cuando piensa en JiYong, que suele ocurrir bastante a menudo, y como si de una niña pequeña se tratase cruza sus brazos intentando parecer enfadada, inflando al mismo tiempo sus mejillas. Seung mira la escena boquiabierto. ¿Cómo puede ser tan adorable y a la nada volverse una persona tan sombría, tan...triste?.
-Oppa...- Dice alargando las letras, Seung la mirá sobresaltado, ¿Había odio bien? ¿Oppa?.- Quiero ser feliz.- Continuá sin mirarle, se siente avergonzada.- ¿Cómo lo hago?.- Preguntá ahora fijando sus ojos claros en los de él. El rostro de Seung se sonroja levemente, haciendo que la joven ría por lo bajo. El chico oye su risa e inmediatamente sonríe. ¿Cómo puede JiYong no darse cuenta de lo hermosa que es su risa?.
-Primero empecemos por poner normas.- Recuperó su compostura el chico, con pasos firmes y rápidos cogió una pequeña libreta de notas que había en una mesita que adornaba la sala y un bolígrafo que descansaba sobre esta. Volvió a situarse junto a la chica.- Primera norma, sonreír.- Seung la miró de reojo.- Esta norma es la principal. No puedes ignorarla bajo ninguna circunstancia. ¿Entendido?.-La joven asiente obediente.- La segunda es divertirte. Necesitas salir, existe una vida fuera de los brazos de JiYong.- YoungMi vuelve a asentir.- Y la tercera.- Levantá un dedo, para luego poner morritos y comenzar a escribir.- El tiempo. El se encargará de hacerte feliz.- YoungMi no para de asentir, sus palabras parecen tan sabias que las cree sin poner pegas.
-Gracias.- Dice la chica conmovida. Seung la mirá con desaprobación.
-No, no, no.- Mueve su dedo de un lado a otro en forma de negación.- La primera norma, ¿Recuerdas?.- Seung coloca a cada extremo de su boca sus dos dedos índices, curvando a la vez sus labios, dibujando una sonrisa. La chica ríe sin esfuerzo, extrañaba esa sensación.- Así mucho mejor.- Concluye.
Haciendo balance, Seung había conseguido en pocas horas hacerla sentir un ser humano de nuevo, una persona que siente felicidad, que puede reír sin culparse por ello. Se sentía agradecida.
Un estridente sonido los hace caer en la cuenta de que la cafetera sigue en el fuego. Corren hacía la cocina, pero de poco les sirve, el café ha salido disparado ensuciando todo a su paso y en la pared frente a la cual estaba la cafetera se puede observar una gran mancha negra. Se miran con complicidad. Y ríen. En toda la casa lo único que se oye son las risas de aquellos dos jóvenes, mezcladas entre sí.
Al mismo tiempo, en el apartamento de Ji Hye toma un álbum de fotos que tiene cuidadosamente guardado en uno de los muebles del salón. Se sienta en el sofá y lo abre con añoranza. Pasa una de sus manos con delicadeza sobre las fotos. Suspirá.
-¿Eres tu?.- Preguntá JiYong sentándose a su lado. La chica asiente.- YoungMi con cuatro años.- Dice ahora señalando una de las fotos.- Fue cuando fuimos de vacaciones a Japón.- Vuelve a suspirar.- Era una niña tan buena. Siempre sonriendo. No puedo creer en lo que se esta convirtiendo.- JiYong tragó saliva. Si realmente JI Hye conociera la razón por la que YoungMi pasaba algunas noches fuera le mataría allí mismo. Intentando ignorar ese sentimiento de culpa, como suele hacer siempre, coge el control de la televisión y empieza a cambiar de canal, sin prestar demasiada atención a ninguno, lo único que quiere es no pensar, distraer su mente para que no empiece a jugar contra el, para que esa maldita voz que el llama conciencia no le torture.
-Aquí tenía 16 años. Acababa de graduarse en el instituto, era una de las mejores de su clase.- Los ojos de la chica empezaron a humedecerse, una sonrisa amarga salió se sus labios. JiYong la miró y luego fijo su vista en la foto. Por su cuerpo pasó un escalofrío de esos que te dejan sin aliento. Alborota su cabello en un intento de mantener sus manos ocupadas y no pagarla con algún mueble del salón. YoungMi era una chica brillante, en aquella foto podía ver a una niña feliz, con un brillo que hacía que esos ojos claros resplandecieran más, parecido al que algunas veces tenía cuando estaba con el. Se sentía un completo miserable arrastrándola a esa locura, pero a pesar de que cada día se prometía no volver a buscarla, acababa haciéndolo. Como siempre, buscando el camino fácil, solo esperaba a que ella algún día se cansará de el y lo dejase, muchas veces lo había intentado, le decía tales burradas que aún no comprende como ella sigue encontrándose con el cuando este la llama, en esas noches que esta libre y otras tantas en las que se libra de sus compromisos para poder verla. Ríe interiormente. Recuerda lo que siempre le dice cuando tiene ganas de estar con ella, que en estos últimos días han aumentado en exceso, manteniendo esa imagen de rudo, ''Estaba aburrido'', y sonríe sin que se de cuenta, cuando esta suelta un pequeño ruido en forma de protesta. - Estoy tan preocupada Ji, no se como llevar esta situación.- La joven no pudo contener más las lágrimas, JiYong la rodeó con sus brazos. Tenía un sentimiento por Ji Hye, era su novia al fin y al cabo, y la quería. Hasta hace unas horas pensaba que tenía sus sentimientos claros, pero esa sensación que se apoderó de su pecho cuando vio a YoungMi en brazos de otro hizo que todo se desarmara. Y al final el, que creía ser fuerte y tener las cosas bajo control, se siente tan frustrado e impotente que solo puede sonreír falsamente mientras consuela a Ji Hye.- ¿Dónde habrá pasado la noche?.- Preguntá de la nada, con la cabeza recostada en el pecho de JiYong. Este no dice nada, no le preocupa. Sabe perfectamente que Seung habrá cumplido con su palabra, ''Por favor, encuentrala y llevala a casa'' a pesar de todo le conoce y sabe que no es el tipo de personas que deja a una mujer en ese estado de alcohol sola por las oscuras calles de Seul. En ese sentido puede respirar tranquilo. Era un alivio para él tener a Seung a su lado, a perdido la cuenta de cuantas veces lo había sacado de todos los embrollos en los que se mete constantemente.
-Tengo que irme. Dentro de unas horas tengo ensayo.- Se disculpa Ji levantándose cuidadosamente del sofá. Coge su chaqueta y se dirige a la puerta, Ji Hye le segué detrás.
-Gracias por quedarte conmigo. Lo necesitaba.- Agradece la joven con esa mirada profunda, ahora adornada por esa agüilla que lucha por salir de sus ojos.- Eres un cielo.- Confiesa avergonzada. Ji sonríe de lado. ''Un cielo'' piensa para sus adentros, ''Voy a ir al infierno de cabeza''.
-No es nada, te llamo luego.- Se despide depositando un ligero beso en la frente de la chica.
Aquí el 4º capo, muchas gracias a todas por leer!:)
Unos leves rayos se colaron por la persiana que permanecía a medio cerrar, eso, mezclado con unos ruidos provenientes del exterior la hicieron abrir con desgana los ojos. Un agudo dolor se coló en su cabeza, posó una de sus manos en la zona adolorida, realmente todo su cuerpo le dolía. Se levantó poco a poco, tardó en descubrir que aquella habitación no era la suya, tampoco la de JiYong. Recuerda perfectamente, mala suerte para ella, todo lo ocurrido la noche anterior. Sabe que esta en el departamento de Ji, pero esa habitación no es conocida para ella. En un movimiento inconsciente se mirá de arriba a bajo. Esta vestida. Lleva la misma ropa. Respira aliviada. Ahora más calmada, observá todo a su alrededor. Parece que esta en una juguetería. Sonrió mordiendo su labio inferior. ''Tan infantil'', pensó recordando la imagen de Seung, con ese semblante serio y su pelo decolorado a un blanco, casi gris, se le hacía cómico imaginarle jugando con todos esos muñecos de diferentes tamaños y colores que adornaban su habitación.
Tambaleándose un poco logra llegar hasta la puerta que la separa del resto de la casa. Mirá por costumbre a su alrededor, supervisando que no hay nadie, y se da un leve golpe en su frente, sintiéndose estúpida.
Unos pasos más y llegá al salón. Allí descansa el cuerpo de Seung, recostado en el sofá con unos papeles sobre el, algo parecido a un guión o algo así cree ver ella. La chica se acerca sin hacer ruido, le mirá de lejos y se dispone a preparar café. Le vendrá bien algo de cafeína a su cuerpo.
Tras unos minutos de caharros que se caen, de puertas y cajones abriéndose y cerrándose, YoungMi logra encontrar la cafetera. Mientras espera a que el café este listo se apoya sobre la encimera. Flashes, escenas cortas llegan a su mente de la nada. ''Y yo que quería olvidar'', piensa en voz alta, ignorando por completo que Seung se encuentra tras ella, escuchando divertido como la joven discute sola. Se la ve mucho mejor, interiormente se siente aliviado.
En uno de sus movimientos nerviosos la chica se gira, encontrándose a Seung allí parado. Sonriendo. Y casi por inercia, como si la sonrisa del joven la empujase a curvar sus labios, ella sonríe también.
-Haces mucho ruido.- Rompe esta vez el silencio Seung, sentándose en unas bancas, que dan un ambiente de bar a la cocina.- ¿Dormiste bien?.- Pregunta mirándola con curiosidad. La joven asiente.
-Tienes tantos muñecos. Pensé que papa Noel me había raptado.- Bromeó la chica, robandole una sonrisa a Seung. Tras eso el silencio vuelve a envolver la casa. La joven baja su vista al suelo. Avergonzada. Siente que esta en deuda con Seung, e intenta buscar las palabras exactas para agradecerle.- Lo siento.- Pronuncia casi en un susurro.- Te cause muchas molestias ayer. No es agradable estar en medio de esta...-Ni si quiera sabía como llamar al lazo que la unía a JiYong.- Situación.- Acabó diciendo, no muy convencida.
-No importa.- El joven la mirá con una leve sonrisa, acto que tranquiliza a YoungMi.
-Aigo!.- Suspira la chica.- Debí montar una escena ridícula ¿Verdad?.- Sus mejillas se tiñeron de un color rosado. No paraba de dar vueltas sobre su mente aquella imagen. Seung soltó una carcajada. No parecía la misma chica que veía algunas noches entrar con Ji en el departamento o la que encontró anoche temblando en las escaleras, como una niña pequeña que se ha perdido.- No te burles.- Golpeó el hombro de este levemente, para luego avergonzarse de su atrevimiento.
-No lo hago.- Se defendió él, con el rostro relajado.- Bebes para olvidar y al final acabas recordándolo todo. Es divertido.- Confesó de nuevo soltando otra carcajada. La chica sonrió débilmente, recordándose, quizás de manera demasiado severa que sentirse bien era algo que no merecía.
-Nada me sale bien.- Susurró borrando todo resto de emoción en su rostro.- Creo que es algún tipo de castigo. De esos que te devuelven las cosas que haces mal multiplicadas por dos.- Seung la miró con detenimiento.
-Karma. Creo que se llama así.-Contestó este dándole la espalda a la chica.- No creo en esas cosas.- Finalizó levantándose, para tomar asiento de nuevo en el sofá. La joven se dispuso a sentarse a su lado, echando a un lado aquellos papeles que anteriormente descansaban sobre el pecho de Seung.
-¿Qué te molesta tanto?.- Preguntó notando la sequedad en la voz del chico. Seung la miró fijamente, para luego desviar su mirada hacia la televisión que permanecía apagada.
-¿Siempre eres así de dura contigo misma?.- Preguntó tomando por sorpresa a YoungMi.- ¿Tanto te afecta lo que hace JiYong?.- no contestó. Se dispuso a bajar su mirada.- Ves! Eso es lo que me molesta.- Exclamó mirándola. Ella elevó su rostro.- Siempre andas con la cabeza baja, ¿Cuando vas a entender que nadie puede hacerte sentir así?.- Su voz sonaba enfadada. De echo lo estaba, le enervaba esa situación, y el echo de que ella no hiciera nada lo ponía aun más de los nervios.- ¿No te vas a permitir ser feliz?.- Concluyó buscando la mirada de la joven.
-No lo merezco Seung.- Sus ojos de nuevo se tornaron húmedos. El puso los suyos en blanco en señal de protesta, resignado.- Seung...-El aludido posa sus ojos en ella de nuevo, expectante .- ¿Puedo abrazarte?.- El joven asiente sin pensarlo, y antes de que pueda reaccionar, YoungMi esta abrazada a su torso. Puede notar sus latidos acelerados, su cuerpo cansado sobre el suyo. Seung conmovido y algo sorprendido aún, le devuelve el abrazo. Ambos permanecen callados. Sintiendo el respirar de cada uno, YoungMi se siente mejor, no sabe que especie de magia tienen los brazos de Seung, pero se siente mejor persona cuando estos le dan su calor.
Poco a poco YoungMi se separá del cuerpo de Seung. Sin decir palabra vuelve a acomodarse en el blando sofá. Suspirá, el aire que le sobrá cuando piensa en JiYong, que suele ocurrir bastante a menudo, y como si de una niña pequeña se tratase cruza sus brazos intentando parecer enfadada, inflando al mismo tiempo sus mejillas. Seung mira la escena boquiabierto. ¿Cómo puede ser tan adorable y a la nada volverse una persona tan sombría, tan...triste?.
-Oppa...- Dice alargando las letras, Seung la mirá sobresaltado, ¿Había odio bien? ¿Oppa?.- Quiero ser feliz.- Continuá sin mirarle, se siente avergonzada.- ¿Cómo lo hago?.- Preguntá ahora fijando sus ojos claros en los de él. El rostro de Seung se sonroja levemente, haciendo que la joven ría por lo bajo. El chico oye su risa e inmediatamente sonríe. ¿Cómo puede JiYong no darse cuenta de lo hermosa que es su risa?.
-Primero empecemos por poner normas.- Recuperó su compostura el chico, con pasos firmes y rápidos cogió una pequeña libreta de notas que había en una mesita que adornaba la sala y un bolígrafo que descansaba sobre esta. Volvió a situarse junto a la chica.- Primera norma, sonreír.- Seung la miró de reojo.- Esta norma es la principal. No puedes ignorarla bajo ninguna circunstancia. ¿Entendido?.-La joven asiente obediente.- La segunda es divertirte. Necesitas salir, existe una vida fuera de los brazos de JiYong.- YoungMi vuelve a asentir.- Y la tercera.- Levantá un dedo, para luego poner morritos y comenzar a escribir.- El tiempo. El se encargará de hacerte feliz.- YoungMi no para de asentir, sus palabras parecen tan sabias que las cree sin poner pegas.
-Gracias.- Dice la chica conmovida. Seung la mirá con desaprobación.
-No, no, no.- Mueve su dedo de un lado a otro en forma de negación.- La primera norma, ¿Recuerdas?.- Seung coloca a cada extremo de su boca sus dos dedos índices, curvando a la vez sus labios, dibujando una sonrisa. La chica ríe sin esfuerzo, extrañaba esa sensación.- Así mucho mejor.- Concluye.
Haciendo balance, Seung había conseguido en pocas horas hacerla sentir un ser humano de nuevo, una persona que siente felicidad, que puede reír sin culparse por ello. Se sentía agradecida.
Un estridente sonido los hace caer en la cuenta de que la cafetera sigue en el fuego. Corren hacía la cocina, pero de poco les sirve, el café ha salido disparado ensuciando todo a su paso y en la pared frente a la cual estaba la cafetera se puede observar una gran mancha negra. Se miran con complicidad. Y ríen. En toda la casa lo único que se oye son las risas de aquellos dos jóvenes, mezcladas entre sí.
Al mismo tiempo, en el apartamento de Ji Hye toma un álbum de fotos que tiene cuidadosamente guardado en uno de los muebles del salón. Se sienta en el sofá y lo abre con añoranza. Pasa una de sus manos con delicadeza sobre las fotos. Suspirá.
-¿Eres tu?.- Preguntá JiYong sentándose a su lado. La chica asiente.- YoungMi con cuatro años.- Dice ahora señalando una de las fotos.- Fue cuando fuimos de vacaciones a Japón.- Vuelve a suspirar.- Era una niña tan buena. Siempre sonriendo. No puedo creer en lo que se esta convirtiendo.- JiYong tragó saliva. Si realmente JI Hye conociera la razón por la que YoungMi pasaba algunas noches fuera le mataría allí mismo. Intentando ignorar ese sentimiento de culpa, como suele hacer siempre, coge el control de la televisión y empieza a cambiar de canal, sin prestar demasiada atención a ninguno, lo único que quiere es no pensar, distraer su mente para que no empiece a jugar contra el, para que esa maldita voz que el llama conciencia no le torture.
-Aquí tenía 16 años. Acababa de graduarse en el instituto, era una de las mejores de su clase.- Los ojos de la chica empezaron a humedecerse, una sonrisa amarga salió se sus labios. JiYong la miró y luego fijo su vista en la foto. Por su cuerpo pasó un escalofrío de esos que te dejan sin aliento. Alborota su cabello en un intento de mantener sus manos ocupadas y no pagarla con algún mueble del salón. YoungMi era una chica brillante, en aquella foto podía ver a una niña feliz, con un brillo que hacía que esos ojos claros resplandecieran más, parecido al que algunas veces tenía cuando estaba con el. Se sentía un completo miserable arrastrándola a esa locura, pero a pesar de que cada día se prometía no volver a buscarla, acababa haciéndolo. Como siempre, buscando el camino fácil, solo esperaba a que ella algún día se cansará de el y lo dejase, muchas veces lo había intentado, le decía tales burradas que aún no comprende como ella sigue encontrándose con el cuando este la llama, en esas noches que esta libre y otras tantas en las que se libra de sus compromisos para poder verla. Ríe interiormente. Recuerda lo que siempre le dice cuando tiene ganas de estar con ella, que en estos últimos días han aumentado en exceso, manteniendo esa imagen de rudo, ''Estaba aburrido'', y sonríe sin que se de cuenta, cuando esta suelta un pequeño ruido en forma de protesta. - Estoy tan preocupada Ji, no se como llevar esta situación.- La joven no pudo contener más las lágrimas, JiYong la rodeó con sus brazos. Tenía un sentimiento por Ji Hye, era su novia al fin y al cabo, y la quería. Hasta hace unas horas pensaba que tenía sus sentimientos claros, pero esa sensación que se apoderó de su pecho cuando vio a YoungMi en brazos de otro hizo que todo se desarmara. Y al final el, que creía ser fuerte y tener las cosas bajo control, se siente tan frustrado e impotente que solo puede sonreír falsamente mientras consuela a Ji Hye.- ¿Dónde habrá pasado la noche?.- Preguntá de la nada, con la cabeza recostada en el pecho de JiYong. Este no dice nada, no le preocupa. Sabe perfectamente que Seung habrá cumplido con su palabra, ''Por favor, encuentrala y llevala a casa'' a pesar de todo le conoce y sabe que no es el tipo de personas que deja a una mujer en ese estado de alcohol sola por las oscuras calles de Seul. En ese sentido puede respirar tranquilo. Era un alivio para él tener a Seung a su lado, a perdido la cuenta de cuantas veces lo había sacado de todos los embrollos en los que se mete constantemente.
-Tengo que irme. Dentro de unas horas tengo ensayo.- Se disculpa Ji levantándose cuidadosamente del sofá. Coge su chaqueta y se dirige a la puerta, Ji Hye le segué detrás.
-Gracias por quedarte conmigo. Lo necesitaba.- Agradece la joven con esa mirada profunda, ahora adornada por esa agüilla que lucha por salir de sus ojos.- Eres un cielo.- Confiesa avergonzada. Ji sonríe de lado. ''Un cielo'' piensa para sus adentros, ''Voy a ir al infierno de cabeza''.
-No es nada, te llamo luego.- Se despide depositando un ligero beso en la frente de la chica.
Aquí el 4º capo, muchas gracias a todas por leer!:)
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Amé el capítulo *-*.
Waa ahora Ji Yong irá al apartamento y los encontrará O:
Seguro se pondrá celoso x3.
Continúa, hermoso fic ^^.
Waa ahora Ji Yong irá al apartamento y los encontrará O:
Seguro se pondrá celoso x3.
Continúa, hermoso fic ^^.
~genie★- Alive
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Capitulo 5
Algunas veces no hay opciones y solo queda dejar ir algo para comenzar de nuevo... Ella lo sabe, nunca ha estado más segura, pero son las ganas lo que le falta, esas ganas por querer apartarle para siempre de su vida.
Sigue sentada en el sofá, YoungMi esta relajada, hacía tiempo que no sonreía de esa manera, y como si hubiese corrido un maratón se siente cansada, incluso le duele la mandíbula''la poca costumbre'' piensa dejando caer su cabeza sobre el blando cojín de terciopelo que decora el sofá, pero aun a sí no deja de sonreír. Al fin y al cabo es la primera normal.
Tras ella oye abrirse la puerta y como si lo estuviese esperando, se gira para verle.
-¿Ya has llegado de comprar una nueva cafet...?.- Sus palabras se van borrando de su mente a la vez que se gira y sus ojos pueden captar la silueta de JiYong en la puerta. Tan perfecto como siempre.
-¿Esperabas a otra persona?.- Sonríe, metiendo las manos en sus bolsillos delanteros.- ¿Tengo que empezar a preocuparme?.- Sus palabras como de costumbre, hacen un efecto inmediato en la chica, que cuando se trata de el todo se vuelve sumamente complicado, e intenta analizar con detenimiento todo lo que el dice o hace.- ¿No me vas a decir nada?.- Pregunta de nuevo acercándose a la chica, la cual por inercia da unos pasos atrás, el chico pone los ojos en blanco y sigue acercándose a YoungMi, hasta que apenas quedan a unos pocos centímetros de distancia.
-Te dije que seria la última vez JiYong.- Susurra la chica casi sin aliento, tragando saliva con dificultad y sin poder evitar mirarle como la que contempla una obra de arte. Sus ojos lo miran de arriba a abajo, al contrario que el, que solo se dedica a mirar su rostro.
-¿Estas segura?.- Pregunta sin dejar de mirarla, cada vez acercando más su rostro al de ella. La joven siente que va a volver a caer, ''Dios no sigas torturándome de este modo''. Piensa mientras muerde su labio inferior presa de la impotencia que le causa el rendirse así sin más. JiYong sonríe. Hoy luce más contento que de costumbre al verla, en su interior siente una enorme paz al encontrarla sana y salva. La chica cierra los ojos vencida, esperando el roce de sus labios en los de ella.
-Dejala ir JiYong.- Se oye la voz ronca y severa de Seung. La joven abre los ojos con brusquedad, ''Ha faltado poco'', piensa mientras ve como JiYong poco a poco se aparta con un suspiro resignado. La joven no pierde el tiempo y se dirige a la puerta para marcharse de allí lo antes posible.
-Te llamaré luego.- Le dice JiYong cuando esta pasa por su lado con esa voz dulce que tanto le gusta, el cuerpo de la chica tiembla.
Con pasos ligeros sale de la casa sin ni siquiera despedirse, dejando allí a los dos chicos.
JiYong resignado se deja caer con desgana en el sofá, su mano por casualidad se topa con la pequeña libreta en la que anteriormente han escrito aquellas ''normas''. Con curiosidad la abre.
''Primera norma, sonreír. Segunda, divertirte. Tercera, el tiempo'' JiYong ríe divertido, captando toda la atención de su amigo que aún no se había percatado de que este tenía la libreta en su poder.
-¿Qué pasa?.- Le mira desde la cocina que es continua al salón.
-¿Qué clase de normas son estas?.- Le contesta aún sonriendo, zarandeando la libreta con su brazo extendido. Seung baja la cabeza avergonzado, poniendo toda su atención en abrir la caja de la nueva cafetera que acaba de comprar.
-Quiere ser feliz JiYong.- Le dice serio. Al aludido se le borra la sonrisa, y con un semblante sereno se acerca a su amigo, que sigue abriendo la caja. Se sienta en una de las bancas y apoya sus brazos en la encimera. Su vista va directa a una gran mancha tras de Seung.
-¿Y eso?.- Dice señalando la enorme mancha negra. Seung sonríe por lo bajo.
-Un pequeño despiste.- Dice con algo de misterio en sus palabras. JiYong bufá.
-¿Te gusta eh?.- Pregunta como el que no quiere la cosa, ocultando la curiosidad que siente.
-¿Celoso?.- Seung sonríe de nuevo, conoce tan bien a su amigo que le resulta gracioso que este intente fingir delante de él.- Deberías tomar una decisión.- Le aconseja ahora de nuevo serio.
-Ya hemos hablado de esto.- Pone los ojos en blanco.- ¿Sabes el escándalo en el que nos veríamos envueltos?, esto también afectaría a tu carrera musical.- Le recuerda JiYong, como si eso fuese una escusa válida.
-Pues termina entonces con esta locura.- Vuelve a decirle serio.
-Sabes que no puedo.- Suspirá JiYong.- Lo he intentado varias veces, eres testigo de eso.
-Eres un egoísta.- Afirma el más alto de los dos.- No puedes tener ambas cosas JiYong, no puedes.
Vuelve a casa, con el miedo metido en el cuerpo, suspira mentalmente preparándose para una buena regañina. ''Mierda, si al menos tuviese las llaves'' se recrimina antes de tocar varias veces la gruesa puerta que no tarda en abrirse, y tras ella una nerviosa Ji Hye con los ojos rojos e hinchados, seguramente por el llanto. YoungMi quedá paralizada, jamás había visto a su hermana en ese estado. Parecía tan preocupada, como una madre que espera a que su hija vuelva después de varias horas desaparecida. Se conmovió por verla así, e inmediatamente su culpa volvió, esta vez multiplicada.
-Gracias a dios que estas bien.- Exclama abrazándola, acto que toma por sorpresa a la joven.- No vuelvas a irte así. ¿Me oyes?.- Continua sin dejar de abrazarla. YoungMi solo es capaz de asentir. -¿Estás bien?, ¿Dónde has pasado la noche?.
-Estuve con Seung...el me encontró.- contestó al fin la joven. Ji Hye respiró más relajada y soltó a su hermana del amarre.- Lo siento.- Se disculpó la chica.- Te estropeé la noche.- Bajo su cabeza.- Perdóname.
-Esta bien, no debí dejar que te fueras así. Yo también lo siento.- Ji Hye sonrió, pero YoungMi no pudo evitar llorar. Oír esa disculpa por parte de su hermana hizo que se sintiese una mala persona. ¿Cómo iba ella a disculparse? Ella solo era una víctima en todo esto.- Hey, no llores, todo esta bien.- Ji Hye se acerca de nuevo a su hermana, posa sus manos en el rostro de esta y lo eleva para poder limpiar sus lágrimas.- Todo esta bien.- Repite la chica con una leve sonrisa.
-Perdoname Ji Hye, por favor, perdoname.- YoungMi rompe en llanto, no puede controlarlo, solo busca esas palabras de su hermana, un perdón, aunque no sirva de nada por no contarle la verdad, pero sin dudas necesita oírlo. Abraza de nuevo a su hermana mayor, la cual le corresponde el abrazo de inmediato.
-No tengo nada que perdonarte YoungMi.- Susurra la mayor.
-Dime que me perdonas.- Repite la joven entre lágrimas.
-Esta bien. Te perdono.- Obedece sin poner más pegas.- Te perdono.
YoungMi se separa poco a poco del abrazo, inspira con tranquilidad, parece como que se ha liberado de un pequeño peso, mira los ojos de su hermana, por primera vez en meses puede mirarla sin sentirse tan miserable. Recuerda las palabras de Seung, y sonríe.
-Gracias.- Suspirá más tranquila.- Ji Hye asiente sin comprender que sucede, pero tampoco quiere romper aquel momento. Hacía tanto que no tenía unas palabras con ella sin acabar a gritos que no buscó motivos, solo dejo que el momento pasara.
La habitación permanece a oscuras, desde que llegó a casa no ha salido de allí y ya son más de las 12. Cree que escondiéndose entre las mantas puede huir de lo que siente. Da vueltas hasta que consigue adoptar una posición cómoda, aunque no tiene planes de dormir. Mirá a su lado, donde descansa su teléfono móvil. Suspirá. ''Te llamaré luego''. Recuerda las palabras de JiYong y una sonrisa amarga asoma por sus labios.
-¿De verdad crees que te va a llamar?.-y como si la hubiese escuchado su móvil comienza a sonar, iluminando la pantalla con las iniciales JY, el nombre que le tiene dado en su agenda. Su corazón se acelera, y empieza a dudar que hacer. Coge el aparato y deja caer su dedo sobre el botón verde, pero sin llegar a pulsarlo. ¿Que hago?, piensa con los nervios a flor de piel. Tras unos segundos la llamada se corta. Suspirá. ''Bueno, quizás era lo mejor'' piensa dejando de nuevo el móvil a uno de sus lados, pero de nuevo, tras unos segundos vuelve a sonar. Esta vez con más valor aprieta el botón verde. ''Dios, no aprenderé nunca''.
-¿Haciéndote la interesante?.- Se oye la voz burlona de Ji al otro lado. La joven bufá sonoramente.- Vamos, no te enfades. Estoy en la parte trasera.- La chica no sabe que contestar, se queda paralizada, el nunca ha ido a buscarla a su casa.
-¿Estas loco?, te pueden ver. No pienso bajar.
-No te preocupes, baja por favor, quiero verte.- dice en un tono suplicante, pero adorable a la vez, que hace que a la joven se le escape un suspiro y una sonrisilla traicionera se dibuja en sus labios.
-Ah, espera un minuto.- Se rinde al fin.
La oscuridad invade las calles, odia caminar a tientas, ya que la única luz que alumbra aquel callejón es una farola bastante deteriorada por los años. ''Aah, No debería a ver accedido, ¿porque soy tan débil!?'' se queja mentalmente mientras sigue caminando.
-Hola.- Se oye la voz de Ji que permanece apoyado en la pared, con las manos metidas en los bolsillos delanteros de sus vaqueros ligeramente caídos. Su rostro es iluminado por algunos rayos provenientes de la luna, que le dan ese aire misterioso que hace que YoungMi suspiré.
-Hola.- Contesta con un tono suave en su voz, situándose frente a él. Ji avanza unos pasos con la intención de besarla, pero esta con un gran esfuerzo se aparta.
-Vaya, ¿Me lo vas a poner difícil hoy?.- Bromea, pero la chica permanece seria. Ji suelta un suspiro resignado.- Vamos, tengo el auto allá detrás.- Dice ahora señalando con la cabeza hacia un deportivo negro.
Ambos caminan hacia el auto sin decir palabra. La calle es tan silenciosa que pueden oír sus propios latidos. YoungMi se siente tranquila en cierto modo, ya que aquel lugar esta desierto y semioscuro, por lo que se siente protegida de las miradas ajenas.
-¿A dónde vamos?.- Rompe el silencio la chica una vez que se han subido al auto, luego recapacita y se siente estúpida por preguntar tal obviedad.- Como si no lo supiera.- Se contesta a ella misma, haciendo que Ji no pueda contener una sonrisa.
-Realmente me lo vas a poner difícil.- Dice mientras coloca un brazo sobre el respaldo del asiento de la joven acortando la distancia entre ellos, la cual mira por la ventana intentando ignorarle.- Esta vez iremos a otro sitio.- Concluye captando la atención de YoungMi, que lo mira con curiosidad.
-¿Dónde?.- Pregunta con ese brillito de esperanza en sus ojos. Ji vuelve a sonreír.
-Lo sabrás cuando lleguemos.
Al salir de aquel callejón todo parece estar más claro, el cielo luce despejado, dejando a la luna mostrarse con total libertad, las luces de la gran ciudad iluminan las carreteras. YoungMi mira con detenimiento por la ventana, aunque su mente viaja a mil años luz de allí, bagando sobre los posibles lugares donde Ji la podría llevar esa noche, ¿Un hotel?, es la única opción que se le ocurre, al menos la única opción razonable.
El auto se para en un gran descampado, parecido a un parking, pero no ve muchos coches por allí. Le mira sin entender nada.
-¿Y esto?.- Dice mirando por la ventanilla del auto.
-Espera un momento.- Ji toma su billetera y conduce hasta un pequeño aparato parecido a un buzón. Vuelve su vista a la joven que aún esta desconcertada.- ¿Nunca has venido a un cine al aire libre?.- Pregunta divertido.- ¿Cual te apetece ver?, ¿Romántica?.- La chica le mira asombrada, su corazón, hasta entonces cansado vuelve a latir a un ritmo descontrolado, ¿Cómo puede cambiar su estado de ánimo de esa forma? ¿Cómo hace para que no pueda enfadarse con él?.
-Romántica.- Dice sin pensarlo con una sonrisa nerviosa.
Con la poca luz que proviene de la pantalla de aquel cine improvisado, YoungMi y Ji no quitan sus ojos de la película, pero lejos de la realidad, cada uno esta absorto en sus pensamientos. Ji no puede evitar mirarla de reojo sin que esta se de cuenta, y esta no para de pensar en lo afortunada que se siente en aquel instante, y en que quizás merece la pena sufrir, si luego tiene momentos como este de recompensa.
Con disimulo JiYong posa una mano sobre la de la joven, entrelazando sus dedos con los de ella, YoungMi se pone nerviosa, aunque ni siquiera se vuelve para mirarle, solo se limita a sonreír por lo bajo.
La película llega a su fin, y los chicos permanecen aún en el auto sin decir nada, hasta que YoungMi decide romper el silencio.
-¿Qué significo para ti JiYong?.- Dice tomando por sorpresa a Ji. La chica tarda unos segundos en volver a hablar.- ¿Me quieres?.
El silencio parece darle la respuesta a la chica, que aguantando las lágrimas desvía su mirada de nuevo hacia la ventanilla del coche. No debió preguntar, ''Siempre será así, un pasatiempo'', piensa para si misma.
-Llevame a casa, mañana tengo que ir a la universidad.- Dice sin ningún atisbo de sentimiento en su voz. Como si la que hablase fuese un robot programado y no una persona.
JiYong cierra sus ojos fuertemente, no sabe que decirle, ¿Realmente la quiere?. No lo sabe. Nunca se lo ha planteado, no estaba en sus planes enamorarse, y ahora siente miedo, por el momento puede controlar sus actos, sus sentimientos y eso lo mantiene fuerte en cierto modo.
Suspirá y pone en marcha el motor del auto, sin decir palabra. Siente que debe decirle algo, no quiere perderla, pero también sabe que su historia no terminará bien, al menos para su carrera musical. Teme arriesgarse y que todo le salga mal, ¿Quién arriesgaría su sueño por algo que no es estable?. Aún así siente que no puede dejarla ir, que no soporta la idea de verla en otros brazos que no sean los suyos. ''Egoísta''.
-Me gustas.- Logra decir cuando de nuevo se encuentran en la parte trasera del apartamento de Ji Hye. La chica le mira, aunque no son las palabras que quiere oír se siente feliz. Suspira y se dispone a salir del coche. Ji la mira y guiado por un impulso intenta detenerla.- ¿Quieres que tengamos más citas como esta?.- Pregunta con una sonrisilla avergonzado.
-Quiero que la próxima vez que me busques me digas que te fugarías conmigo.- La chica es clara por una vez y deja salir lo que lleva deseando desde que se enteró de la dolorosa verdad. El joven no puede evitar soltar otra sonrisa.
-¿Es una advertencia?.-Vuelve a preguntar. YoungMi niega con la cabeza.
-Un deseo.- Concluye.
Perdón por tardar tanto pero estoy muy liada estos días :S Besiitos y gracias por leer!
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Me encanto... esta historia esta cada vez mejor...
que triste es sentirse no querida y caer rendida ante los pies de tu ser amado..
actualiza pronto esta genial..
que triste es sentirse no querida y caer rendida ante los pies de tu ser amado..
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Síguela está genial *w*
Seung llegó justo en el momento ^^
y Ji Yong es un egoísta D:
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Capitulo 6
Había pasado una semana en la que no le había visto, debido a sus actividades individuales estaba de viaje. Le echaba de menos. Mucho. Estuvo tentada muchas veces en llamarle, pero al final en el último momento se echaba para atrás. Intentaba convencerse de que estaba haciendo lo correcto, aunque en su interior las ganas por estar con el seguían en aumento.
En aquel tiempo solía quedar a menudo con Seung. Este lograba hacerla olvidar por unas horas en lo caótica que era su vida en aquellos momentos. Había descubierto en el aún fiel amigo.
-¿Preparada para un día divertido?.- Preguntaba este mientras le abría la puerta de su lujoso auto.- Hace buen día hoy, podemos ir a dar un paseo al aire libre.
-Me apetece hacer ejercicio oppa.- Hace un pequeño puchero tomando asiento en el cómodo sillón.
-Ok, T.O.P te llevará a un lugar perfecto para hacer ejercicio baby.- Contestó este poniéndole el ritmo típico del rap a sus palabras. YounMi rió con ganas.
Un hermoso paisaje se abrió ante sus ojos. Era realmente hermoso, se podía apreciar a las personas caminando tranquilamente, parejas que iban cogidas de las manos, padres que jugaban con sus hijos...Todo le parecía fascinante, como si nunca hubiese estado en un parque como ese, uno de lo más normal. Seung la mirá con asombro, ¿Cómo puede ser tan adorable? Piensa mientras la observa, con esos ojos brillosos mirando todo a su alrededor como si fuese una niña pequeña en una jugueteria.
-¿Te gusta este lugar?.- Pregunta bajando a la joven de sus pensamientos.
-Si.- Asiente con firmeza.- ¿No crees que todo es mejor con la luz del sol?.- La chica respira profundamente, aspirando el aire refrescante que la brisa del otoño le proporciona. Acostumbrada a salir cuando el sol se esconde, es gratificante para ella aprovechar el día, y dejar las noches para descansar, aunque aun no pueda coger el sueño con normalidad.
-Estas en baja forma eh.- Dice Seung con la respiración entrecortada mientras se sientan sobre la hierba.
-Claro que no. ¿Te has visto ajusshi?.- Se burló mirando como este respiraba forzosamente a causa del ejercicio que acababan de hacer. Seung se hizo el molesto, y se tumbó poniendo sus manos tras su nuca. YoungMi también se tumbó.- ¿El ajusshi se enfada?.- Pregunta divertida mirando al cielo azul. Seung sonríe.
-Los jóvenes de hoy en día no tenéis modales.- Sigue la broma, provocando que la chica esboce una gran sonrisa.
-Oppa...-Estira las letras, queriendo parecer adorable. Seung la mira de reojo.- Gracias por todo.- Finaliza posando un leve beso en la mejilla del mayor tomándole por sorpresa, ruborizándose en el acto.
-No es nada.- Le quita importancia al asunto.- Me gusta verte así.- Seung se pone de lado, mirando a la chica con ternura.- No puedo prometerte que no sufrirás, pero puedo decirte que estaré ahí cuando suceda.- YoungMi asiente conmovida, mientras Seung aprieta sus labios en un intento por controlar las terribles ganas que tiene de besarla.
El sol empieza a esconderse anunciando que la noche se acerca, los chicos regresan al apartamento de Ji Hye. Suben las escaleras a pasos rápidos, sobretodo YoungMi que parece haber recargado energías en vez de gastarlas. Se la ve radiante. Transmite un sentimiento diferente a las demás veces, ''Quizás se este olvidando de JiYong'' piensa Seung mientras la mira pararse frente a la puerta.
-¿No vas a entrar?.-Le pregunta con curiosidad.
-Se me olvidó la llave.- Golpea su frente levemente. Seung sonríe.- Bien, tendré que llamar.- dice resignada tocando varias veces.
Pasan unos segundos hasta que la puerta se abre, Ji Hye ni siquiera saluda y entra de nuevo, sentándose como poseída frente a la televisión. YoungMi le hace un gesto a Seung para que pase. Ambos se acercan curiosos. En la pantalla sale JiYong, por un momento el corazón de la chica se acelera, verle después de tantos días hace que las mariposas en el estómago aparezcan de repente. Se ve tan guapo, tan adorable, le encanta verle y es imposible que sus labios no se curven en una sonrisa.
''Entonces es cierto, ¿Vas a casarte JiYong?''
YoungMi queda helada. ¿Van a casarse?. Un hormigueo se apodera de su garganta, y la felicidad que sentía se esfuma como el humo de un cigarro. Siente la mirada de Seung, e intenta mantener el tipo para no preocuparle.
-Aaaah! ¿Oyeron eso?.- Ji Hye al contrario que su hermana menor salta de alegría.
-Felicidades.- Dice Seung no muy convencido. La mayor de las dos asiente aún con una gran sonrisa.
-Fe-felicidades.- Logra decir esta ante la mirada de su hermana.- Que sean felices.- Concluye con una fingida sonrisa, aquellas palabras le quemaron la garganta.
-Tengo que llamar a mamá y papá.- Interviene nerviosamente Ji Hye dirigiéndose al teléfono.
YoungMi aprieta sus puños y cierra los ojos inspirando para controlar las ganas de llorar. Seung se acerca con sigilo, hasta quedar a unos centímetros de ella.
-¿Estas bien?.- Pregunta, sabiendo perfectamente la respuesta.
-Esperar no sirve de nada.- Dice la chica intentando que su voz no se quiebre, en un tono moderado para que su hermana no pueda oirla.- Cuando en el fondo sabes que jamás llegará.- YoungMi suspirá e intenta sonreír.- Que forma más estúpida de perder el tiempo. Qué estúpida.- Recalca la última palabra.
-Tu no tienes la culpa de enamorarte.- Afirma el chico animándola.- Tienes que superar esto antes de que acabe contigo.- Seung la abraza dulcemente, la chica derrama algunas lágrimas rebeldes que le ganan el pulso.
-Vaya, ¿Y ese abrazo?.- Interrumpe Ji Hye esbozando felicidad. YoungMi se limpia disimuladamente las lágrimas y se separa del cuerpo de Seung, el cual se coloca delante de la joven para que le de tiempo a recomponerse.
-Ya me iba. Solo nos despedíamos. Felicidades otra vez.- Sonríe este mientras se despide con un gesto de la mano y sale de la casa cerrando la puerta a su paso.
¿Dos días?, ¿Tres quizás?, ha perdido la cuenta del tiempo que lleva encerrada en su habitación sin salir, sin hablar con nadie, sin asistir a clases. Ya se estaba volviendo una costumbre eso de encerrarse entre esas cuatro paredes, acurrucada entre las sábanas. Esa habitación le recuerda tanto a él, nunca ha estado allí, cierto, pero cada rincón de aquel lugar tiene impreso el nombre de JiYong, de todas las veces que ha pensado en él. Es absurdo, intenta olvidarle y lo único que consigue es recordarle.
Unos toques en su puerta la alertan de que alguien va a entrar. Se acomoda en la cama, coge un libro que tiene preparado para esas visitas inoportunas que suele hacer su hermana, es una forma de fingir que esta bien, o al menos hacer que no se preocupe demasiado.
-¿Cómo sigues?.- Pregunta entrando a la habitación, que aunque es de día luce a semioscuras, la poca luz que recibe es la de la lámpara de su mesita de noche.- ¿Sigues enferma?.
-Ya me encuentro algo mejor. No te preocupes.- Contesta haciendo como la que lee con atención aquel libro.
-Ya...¿Estás tan bien que sabes leer al revés?.- Sonríe mientras le coloca el libro del derecho. YoungMi baja la cabeza avergonzada.- Ni siquiera has querido ver a Seung. Ha venido varias veces a casa.
-No quería contagiar a nadie.- Se escusa la joven. Ji Hye asiente no muy convencida.
-Esta noche habrá una fiesta. Alquilamos un club bastante bonito para hacer oficial nuestro casamiento.- YoungMi apretó con fuerza sus labios.-¿Vendrás?.- Preguntó con suavidad la chica.
-¿No tienes miedo a que lo estropee todo?.- Dijo con cierta brusquedad en su voz. La mayor negó con la cabeza.
-Se que esta vez todo saldrá bien. Confío en ti.- Sus palabras se clavaron en su pecho, ''confío en ti''.- Es a las 10. Ponte guapa eh.- Dice sin darle opción a negarse, pues nada más decirlo sale de la habitación dejándola sola de nuevo. ''Genial'' piensa mientras se deja caer en la cama.
En aquel lujoso apartamento, vestido con un elegante traje, JiYong permanece sentado en el sofá. Inmóvil a simple vista, pero su cabeza no deja de dar vueltas. ''¿Debo olvidarla?... Porque siendo realista nunca podríamos estar juntos... ¿Y donde esta la línea entre el romance y la locura? ... ¿Y como saber cuando cruzaste esa línea?''
-¿Nervioso?.- Pregunta Seung viendo como su amigo esta por terminarse su cuarto cigarrillo. Ji le mira molesto y sigue aspirando el humo del cigarro, que lejos de lo que el piensa, no calmará sus ganas de salir corriendo.- Siempre puedes cancelarlo. ¿No lo haces siempre?, pones escusas para todo.- Le recrimina su amigo tomando asiento a su lado. Ji pone sus ojos en blanco y hace oídos sordos.- Eres un cobarde Ji.- Le provoca este en un intento de que recapacite, incluso si el ama a YoungMi una parte de el sabe que su corazón le pertenece por completo a JiYong, y quizás lo que más le duele es que sabe que su amigo también la ama, pero es tan cabezota que necesita perderla para darse cuenta.
-No quiere verme. La he llamado mil veces, sabes que yo no planeé esto Hyung.- se lleva las manos a la cabeza, desordenando su perfecto peinado.
-Deberías de haber ido a buscarla, ella se hubiese ido contigo.- Le duele reconocerlo, pues el si fue a buscarla para intentar animarla, pero no tuvo éxito, sin embargo sabía perfectamente que el único que podía arreglar su corazón era el mismo que lo había roto en mil pedazos.- Ji, si tu no la haces feliz...Entonces deja que yo lo haga.- El aludido le mira sorprendido, para luego soltar una sonrisa amarga.
-Sabía que sentías algo por ella.
-Te estoy dando una última oportunidad.- Le mira con detenimiento.- ¿Tan difícil es arriesgarse para ti? ¿Vas a casarte con una mujer que no amas?.- Ji se lleva las manos a su rostro, conteniendo sus lágrimas. Jamás se había sentido de ese modo, había perdido el control y eso le frustraba.
-Ya no puedo más Hyung. Ya no puedo.- Rompe en llanto aún sin mostrar su rostro, Seung suspira y pasa un brazo sobre sus hombros.
-Estas enamorado. No la dejes escapar.
Los invitados empiezan a llegar a aquel local. Todas sonrientes y con regalos en sus brazos para los prometidos. Por milesima vez piensa que ella no debería estar allí. ¿Qué pinta en la fiesta de compromiso del hombre al que ama?. Con pesadez se dirige a la barra, mira de reojo todas aquellas botellas y siente el impulso de beber, pero su voz interior le prohíbe hacerlo. Con resignación se da media vuelta en la silla y se sitúa hacia el frente, donde puede ver entrar a todas las personas invitadas a la fiesta. Con cada persona que entra ella siente unas ganas tremendas de salir, y cuando esta apunto de hacerlo, le ve. Ese traje negro que le da ese punto interesante, y esa camisa básica que le da un toque menos serio y juvenil. Suspira. Ahora si quiere uir, todas esas técnicas que había preparado mentalmente se borran de su cabeza, no era tan fácil como ella suponía. El tiempo se detiene en el momento que Ji deja de saludar y la mira directamente. Se sonroja, e inmediatamente ladea su cabeza ''¿Por qué sigues haciéndome sentir así?''.
Ji tiene la clara intención de acercarse a ella. Da unos pasos hacia su dirección pero unas manos le detienen.
-Ji!, Te extrañe tanto.- Le dice Ji Hye robándole un beso.- Vamos aún quedan algunos invitados a los que saludar.- Ji asiente y vuelve a mirar hacia donde se encontraba YoungMi, pero la chica ya no esta. ''Joder, nada me sale bien'', se maldice interiormente, mientras obediente sigue a Ji Hye, la cual a entrelazado su mano a la suya.
El frío le recuerda que el otoño esta llegando a su fin. El viento ya no es tan suave por las noches como solía serlo unos días atrás, lo que le hace caer en la cuenta que quizás debió coger alguna cazadora, aún así no da media vuelta y sigue caminando hacia el final de aquella terraza, buscando un lugar donde poder apoyarse y contemplar la hermosa ciudad, iluminada como si de una bola de discoteca se tratase.
Piensa que todo ha llegado a su fin, esta vez si será la última. Sus ojos se ensombrecen, había deseado tanto aquel momento, había deseado tanto que todo terminase de una vez...Pero ahora no puede contener las ganas de llorar. Lo va a perder para siempre.
Suspira. Esta tan cansada. Tan frustrada. Tiene miedo, miedo de que el la olvide, aunque ¿Realmente alguna vez el la ha querido?. Duele tanto entregarte a alguien que sabes que no te pertenece, enamorarte de la persona que no debes, arriesgarlo todo a ciegas. No entiende porque el no toma la iniciativa, quizás sería más fácil, luchar juntos, sentir que toda esta locura merece la pena. Tener a alguien a tu lado cuando todo se ponga oscuro.
-¿Estas bien?. Seung me dijo que estabas enferma.- Su corazón se acelera, pero permanece mirando hacia la nada.- Sabia que estarías aquí.- Sigue hablando, pero ella no se siente aun con fuerzas para contestar.- Te llamé mil veces. ¿Estas enfadada cierto?.- Pregunta con una leve sonrisa, ella sigue sin contestar.- No sabía nada sobre esto. Ni siquiera se lo propuse.- Desordena levemente su cabello.- Ese maldito manager.- Los oídos de la chica se afinan para oír sus escusas.- Muchas veces ha salido el tema, sobre eso de casarme...Me conoces, soy joven para eso aún.-Sonríe.- Nunca le he dado importancia, siempre evitando las cosas importantes.- Vuelve a sonreír.- Mi manager creyó conveniente que asentara cabeza de una vez por todas y filtro esas preguntas. Supongo que me lo merezco.- Concluyo al fin, la chica sigue sin dar crédito, pero no puede evitar soltar una sonrisilla.- He aprendido algo en este tiempo. - JiYong da unos pasos hasta colocarse al lado de la joven, que sigue sin atreverse a mirarle.-Siempre acabo haciéndoles daño a las personas que quiero.- Toma sus manos entre las de él. Suspira.- La última vez me dijiste que la próxima vez que te buscase te propusiera fugarnos.- Los ojos de YoungMi se abrieron por la sorpresa, girandose de golpe. Tanto tiempo esperando oír esas palabras y ahora necesitaba pellizcarse para estar segura que no era otro de sus muchos sueños.- No se si es lo correcto...Pero estoy dispuesto a dejarlo todo.- Suspira de nuevo nervioso.- Por una vez en mi vida estoy seguro. Quiero arriesgarlo todo por ti.- Concluyo mirando con dulzura y algo de miedo los ojos de la joven, la cual permanece atónita. ¿Había oído bien?. ¿Eso fue una declaración?.- ¿Y bien?.- Pregunta impaciente Ji, la chica parpadea un par de veces intentando mantener la calma, vuelve a mirarle y solo acierta a asentir y abrazarle fuertemente.
Perdón!! y mil veces perdón! os deje por una temporadita, pero ya he vuelto! jeje
disfruten del capo! besitos!
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Aww me encanto bueno, TODAS tus historias, Continualas por fa :D Veremos que pasa si se fugan o no :O
CruzYB14- With Love
- Inscripción : 17/09/2011
Mensajes : 6
Reputación : 4
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Aww Sigue, me encantó :3
Por fin Ji Yong lo reconoció *--*
Pero Ji Hye quedará destrozada u-u
Por fin Ji Yong lo reconoció *--*
Pero Ji Hye quedará destrozada u-u
~genie★- Alive
-
Inscripción : 02/08/2011
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Capitulo 7
Han pasado unos minutos desde que están en aquella terraza, mirando la ciudad en silencio, JiYong siente una gran paz interior. No hay nada mejor que sentirse libre cuando has echo lo que tu corazón realmente siente. YoungMi ha olvidado por completo todo lo que sucede a su alrededor. En su cabeza solo permanece la imagen de ellos dos. Juntos. Sin tener que esconderse de nadie ni de nada.
-¿Y ahora...que?.- Rompió el silencio la joven, Ji la miró y encogió sus hombros.
-¿Quieres que nos fuguemos ya? He traído mi auto.- Bromea, y ella no puede evitar soltar una sonrisa.
-No podemos irnos así. ¿Y tu boda?, mi hermana...-Suspira.
-Déjame hablar con ella.- YoungMi niega con la cabeza.
-Esto debemos hacerlo los dos.- Ji asiente y besa levemente los labios de la chica. Un acto que hace sentirla más segura. Ya su vida no se tambalea, no siente ese vértigo en su estómago, como si en cualquier momento su mundo se derrumbara.
Una música pegadiza interrumpe la atmósfera tan relajada que se había creado. JiYong intenta ignorarlo, pero una mirada demandante de la joven hace que al fin se decida a tomar la llamada.
-¿Bueno?.
-¿Donde diablos estas JiYong?
-¿Dónde estoy?.-le dedica una mirada pícara a la chica.-Ocupado.
-¿Ocupado? Me vas a buscar la ruina, ven aquí ahora mismo. ¿Cómo se te ocurre dejar tu fiesta de compromiso? Eres un inconsciente. Un inmaduro. No puedes hacer siempre lo que quieras tienes responsabilidades, te vas a casar JiYong.- Este suspira resignado ante la bronca de su manager.
-Oye, que fuiste tu el que me metió en este lío sin consultarme si quiera.- Ji pone los ojos en blanco y se lleva la mano que tiene libre a la cabeza.- Iré enseguida. No te preocupes.
El chico corta la llamada y se dirige a la joven, que a vuelto a apoyarse en el borde de aquella azotea, mirando hacia la nada.
-¿Deberíamos hablar ahora con ella?.- Pregunta mirando hacia la chica.
-¿eh?. ¿Estás loco?.- YoungMi fija su vista en el.- No puedo estropearle otro día especial. Se lo debo.-Concluye con algo de resignación. Realmente quiere acabar con aquello lo antes posible, pero siente que debe al menos saldar esa deuda con su hermana.
-Esta bien...Entonces yo...debo volver a la fiesta.- Dice Ji con pocos ánimos. Si por el fuese acabaría con esa situación en aquel momento. Ni siquiera daría explicaciones. Cogería su auto y se irían lejos de allí, pero comprendía lo que esto significaba para YoungMi, por lo que acabó aceptando, total, tampoco le costará mucho fingir una noche más.
-Esta bien, en un rato yo también iré.- Ji asiente, y tras depositar un último beso en los labios de la joven se va de aquella azotea.
La música suena más alta que antes. Un sonido abrumador cuando llevas un rato allí sin hacer nada. El ambiente es bueno, todos parecen pasarlo bien. En una de las mesas permanece sentada YoungMi, con un vaso de agua en su mano y sin quitarle el ojo de encima a JiYong, el cual no para de bailar como loco en la pista. Sonríe, como esa madre orgullosa de su hijo. Recuerda aquella noche, en la cual le conoció, bailaba de esa forma, y no puede evitar sonreír de nuevo.
-Parece que al fin se decidió ¿no?.- La voz masculina de Seung hace que la chica se gire para verle, saliendo de aquel mundo color de rosa en el que estaba sumergida.
-¿Me odias?.- Pregunta con miedo a la respuesta.- ¿Soy mala persona por hacer esto, cierto?.- Seung niega con la cabeza.
-En el amor nunca hay buenos o malos.- YoungMi se relaja al oír esas palabras, es gratificante tener a alguien que no te recrimine por tus actos, que te apoye cuando todo esta en tu contra, incluso tu misma.
-Le amo Oppa.- Se confiesa.- He intentado alejarme, olvidarle, odiarle, pero no puedo. Y ahora...Todo lo que siempre imagine como algo imposible ha sucedido...Como en los cuentos de hadas...¿Sabes a lo que me refiero?.- La chica parece estar feliz, y en cierto modo eso alivia el corazón de Seung.
-Me alegro.- Sonríe levemente. La chica le devuelve la sonrisa y le abraza de improvisto.
-Gracias oppa.
Esa noche no durmió en su casa, aquella noche se entregó en cuerpo y alma a JiYong. Sin miedo, se dejo llevar completamente por él. Esta vez le sentía completamente suyo, una sensación que estuvo esperando por mucho tiempo. Tenerle en sus brazos y saber que era la única, que su corazón al fin le pertenecía. Sin duda no podría ser más feliz.
Sus cuerpos se fundieron en uno solo, inventaron caricias nuevas, cada beso la hacia suspirar, hasta que al fin se rindieron al amor.
YoungMi pasó un brazo por el torso desnudo de JiYong, abrazandole, parecía todo tan perfecto que temía despertar y verse sola en aquella cama como solía pasar siempre. Poso su cabeza en su pecho y aferrándose a el quedo dormida.
Él silencio de la mañana, el ambiente cálido que se expandía por toda la habitación, levemente iluminada por los pequeños rayos de sol que se colaban por las persianas. JiYong permanece con los ojos abiertos de par en par. Es la primera vez que se queda hasta que amanece e indescriptiblemente se siente bien, nota el calor que desprende el cuerpo de YoungMi dándole esa sensación de bienestar que tanto buscaba e ironicamente había estado allí desde el principio.
YoungMi abre los ojos lentamente embriagada por el aroma del joven, e inevitablemente sus labios se curvan en una sonrisa. Sigue abrazada a su torso. Suspira relajada, y vuelve a cerrar los ojos, no quiere que aquel momento acabe. Quiere quedarse en aquella habitación de por vida, con él a su lado, no necesita nada más.
-Finges muy mal.- Rompe el silencio Ji con una sonrisilla pícara en su rostro.-Se que estas despierta.-Continua al ver que YoungMi seguía sin responder. La chica le mira avergonzada.
-Se esta tan bien aquí...No quiero salir de la habitación.- Se defiende acomodándose sin dejar de abrazarle.
-Hoy tengo un día duro...Debo ir a ensayar.- Suspira resignado.- Nos veremos esta noche, hablaremos con Ji Hye...y luego...Luego iremos donde quieras.- Le sonríe dandole un dulce beso en la parte superior de la cabeza.- Todo va a estar bien.- Intenta calmarla al notar el silencio de la joven, esos silencios que dicen más que las propias palabras.
-Estoy asustada Ji.- La chica se abraza con más intensidad a su cuerpo.- Siento que voy a salir por esa puerta y todo desaparecerá.- JiYong acaricia levemente el brazo de la joven que descansa alrededor de su torso.
-Eso no pasará.- Afirma convencido.- No dejaré que pase.- La mira con una media sonrisa, le cuesta tanto mostrar sus sentimientos, decir lo que siente nunca se le ha dado bien, siempre ha pensado que el amor no se dice, se demuestra, pero en este caso cree que debe decirlo.- Te amo.- Los ojos de YoungMi recuperan ese brillo, tan solo dos palabras hacen que su cuerpo recupere fuerzas, ha estado tanto tiempo esperando oír esas dos palabras salir de sus labios que no sabe como reaccionar, y lo único que atina a hacer es abrazarle con más intensidad, hundiendo su rostro rosado en su pecho.
Después de unos minutos deciden que es hora de afrontar sus responsabilidades. JiYong es el primero en levantarse, completamente desnudo empieza a buscar sus ropas. La chica le mira de reojo, esta avergonzada a pesar de a verle contemplado tantas veces sin ninguna tela en su piel. Sonríe mientras se tumba en la cama mientras JiYong la mirá terminándose de poner unos pantalones de estar por casa.
-¿No piensas levantarte?.- Le pregunta acercándose a ella. La joven niega con la cabeza mientras se tapa el rostro con las sábanas avergonzada.- ¿Te da vergüenza que te vea desnuda?.- Pregunta de nuevo con una sonrisa mientras se tumba en la cama a su lado, la chica le mira con las mejillas rosadas.- Vamos, no sería la primera vez.- Continua mientras la rodea con uno de sus brazos, hundiendo su rostro en el cuello de esta.
-Es la primera vez que amanecemos juntos.- Contesta la joven con un tono de voz suave.- JiYong sonrió, dejando ver lo afortunado que se sentía. Volvió a meterse entre las sábanas, atrayendo el cuerpo de la joven al suyo, de tal modo que quedaron de frente, abrazados, el con sus manos alrededor de la espalda de ella, y esta con sus manos posadas delicadamente sobre el torso aún desnudo de JiYong.
-Y no será la última.- Le susurró al oído, haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de la joven.
Tras unos minutos más de indecisión al fin salen de la habitación. YoungMi tiene que regresar a casa, realmente no quiere, pero su conciencia o esa gran responsabilidad que siente pesa más que las ganas de huir. Tiene que dar la cara, enfrentar aquello con valentía. No quiere seguir huyendo, escondiéndose entre las sombras, ya no tiene motivos para hacerlo.
-¿Estarás bien?.- Le pregunta JiYong apoyado en la puerta de su habitación. La chica asiente, ocultando el miedo que no la ha abandonado desde que abrió los ojos aquella mañana.- Puedo llevarte.- Se ofrece Ji, tomando las manos de esta, pero ella vuelve a negar.
-No hace falta, esta noche acabará todo.- Sonrió feliz mientras le daba un último beso antes de poner rumbo hacía la puerta de salida.
JiYong la observa embobado mientras se aleja. ''¿Desde cuando me volví así?'' piensa divertido, jamás se imaginó acabar así, enamorado y a punto de dejarlo todo por ella. Y lo que más le sorprendía es que le daba exactamente igual perderlo todo.
Aún con esa sonrisa en su rostro mira de reojo la puerta que esta frente a él. Esa puerta que parece más la de un niño de 4 años que la de un hombre adulto.
-Ya puedes salir Seung.- Dice mirando hacia la puerta.- ¿Crees que no te he visto?.- Sonríe, la puerta se abre lentamente, dejando entrever aquel pelo grisáceo.- ¿Ahora también eres un mirón?.- Bromea el chico mientras se dirige a la sala, sin duda su humor es bueno, se le ve feliz. Seung le sigue detrás, pensando que quizás ellos estaban destinados a permanecer juntos, y una sonrisilla, mezcla de tristeza y aceptación se dibuja en su rostro.
-Veo que al final te has decidido.- Habla el chico mientras toma asiento en el sofá. JiYong asiente sonriente.- No la cagues JiYong.- Le ordena este.- Ahora puedes ser feliz, no huyas como haces siempre.- El aludido bufá ofendido.
-Esta vez no tengo miedo hyung. He tomado una decisión.- Afirma convencido.- La quiero.- Concluyó. Seung le miró con aprobación, aunque en su interior tenía un mal presentimiento, de esos que se alojan en el lado derecho de tu pecho, haciendo presión. Pero JiYong era su amigo, por lo que ignorando aquel sentimiento, le dedicó una media sonrisa.
-Entonces se feliz JiYong. Hazla feliz.
Han pasado unos minutos desde que están en aquella terraza, mirando la ciudad en silencio, JiYong siente una gran paz interior. No hay nada mejor que sentirse libre cuando has echo lo que tu corazón realmente siente. YoungMi ha olvidado por completo todo lo que sucede a su alrededor. En su cabeza solo permanece la imagen de ellos dos. Juntos. Sin tener que esconderse de nadie ni de nada.
-¿Y ahora...que?.- Rompió el silencio la joven, Ji la miró y encogió sus hombros.
-¿Quieres que nos fuguemos ya? He traído mi auto.- Bromea, y ella no puede evitar soltar una sonrisa.
-No podemos irnos así. ¿Y tu boda?, mi hermana...-Suspira.
-Déjame hablar con ella.- YoungMi niega con la cabeza.
-Esto debemos hacerlo los dos.- Ji asiente y besa levemente los labios de la chica. Un acto que hace sentirla más segura. Ya su vida no se tambalea, no siente ese vértigo en su estómago, como si en cualquier momento su mundo se derrumbara.
Una música pegadiza interrumpe la atmósfera tan relajada que se había creado. JiYong intenta ignorarlo, pero una mirada demandante de la joven hace que al fin se decida a tomar la llamada.
-¿Bueno?.
-¿Donde diablos estas JiYong?
-¿Dónde estoy?.-le dedica una mirada pícara a la chica.-Ocupado.
-¿Ocupado? Me vas a buscar la ruina, ven aquí ahora mismo. ¿Cómo se te ocurre dejar tu fiesta de compromiso? Eres un inconsciente. Un inmaduro. No puedes hacer siempre lo que quieras tienes responsabilidades, te vas a casar JiYong.- Este suspira resignado ante la bronca de su manager.
-Oye, que fuiste tu el que me metió en este lío sin consultarme si quiera.- Ji pone los ojos en blanco y se lleva la mano que tiene libre a la cabeza.- Iré enseguida. No te preocupes.
El chico corta la llamada y se dirige a la joven, que a vuelto a apoyarse en el borde de aquella azotea, mirando hacia la nada.
-¿Deberíamos hablar ahora con ella?.- Pregunta mirando hacia la chica.
-¿eh?. ¿Estás loco?.- YoungMi fija su vista en el.- No puedo estropearle otro día especial. Se lo debo.-Concluye con algo de resignación. Realmente quiere acabar con aquello lo antes posible, pero siente que debe al menos saldar esa deuda con su hermana.
-Esta bien...Entonces yo...debo volver a la fiesta.- Dice Ji con pocos ánimos. Si por el fuese acabaría con esa situación en aquel momento. Ni siquiera daría explicaciones. Cogería su auto y se irían lejos de allí, pero comprendía lo que esto significaba para YoungMi, por lo que acabó aceptando, total, tampoco le costará mucho fingir una noche más.
-Esta bien, en un rato yo también iré.- Ji asiente, y tras depositar un último beso en los labios de la joven se va de aquella azotea.
La música suena más alta que antes. Un sonido abrumador cuando llevas un rato allí sin hacer nada. El ambiente es bueno, todos parecen pasarlo bien. En una de las mesas permanece sentada YoungMi, con un vaso de agua en su mano y sin quitarle el ojo de encima a JiYong, el cual no para de bailar como loco en la pista. Sonríe, como esa madre orgullosa de su hijo. Recuerda aquella noche, en la cual le conoció, bailaba de esa forma, y no puede evitar sonreír de nuevo.
-Parece que al fin se decidió ¿no?.- La voz masculina de Seung hace que la chica se gire para verle, saliendo de aquel mundo color de rosa en el que estaba sumergida.
-¿Me odias?.- Pregunta con miedo a la respuesta.- ¿Soy mala persona por hacer esto, cierto?.- Seung niega con la cabeza.
-En el amor nunca hay buenos o malos.- YoungMi se relaja al oír esas palabras, es gratificante tener a alguien que no te recrimine por tus actos, que te apoye cuando todo esta en tu contra, incluso tu misma.
-Le amo Oppa.- Se confiesa.- He intentado alejarme, olvidarle, odiarle, pero no puedo. Y ahora...Todo lo que siempre imagine como algo imposible ha sucedido...Como en los cuentos de hadas...¿Sabes a lo que me refiero?.- La chica parece estar feliz, y en cierto modo eso alivia el corazón de Seung.
-Me alegro.- Sonríe levemente. La chica le devuelve la sonrisa y le abraza de improvisto.
-Gracias oppa.
Esa noche no durmió en su casa, aquella noche se entregó en cuerpo y alma a JiYong. Sin miedo, se dejo llevar completamente por él. Esta vez le sentía completamente suyo, una sensación que estuvo esperando por mucho tiempo. Tenerle en sus brazos y saber que era la única, que su corazón al fin le pertenecía. Sin duda no podría ser más feliz.
Sus cuerpos se fundieron en uno solo, inventaron caricias nuevas, cada beso la hacia suspirar, hasta que al fin se rindieron al amor.
YoungMi pasó un brazo por el torso desnudo de JiYong, abrazandole, parecía todo tan perfecto que temía despertar y verse sola en aquella cama como solía pasar siempre. Poso su cabeza en su pecho y aferrándose a el quedo dormida.
Él silencio de la mañana, el ambiente cálido que se expandía por toda la habitación, levemente iluminada por los pequeños rayos de sol que se colaban por las persianas. JiYong permanece con los ojos abiertos de par en par. Es la primera vez que se queda hasta que amanece e indescriptiblemente se siente bien, nota el calor que desprende el cuerpo de YoungMi dándole esa sensación de bienestar que tanto buscaba e ironicamente había estado allí desde el principio.
YoungMi abre los ojos lentamente embriagada por el aroma del joven, e inevitablemente sus labios se curvan en una sonrisa. Sigue abrazada a su torso. Suspira relajada, y vuelve a cerrar los ojos, no quiere que aquel momento acabe. Quiere quedarse en aquella habitación de por vida, con él a su lado, no necesita nada más.
-Finges muy mal.- Rompe el silencio Ji con una sonrisilla pícara en su rostro.-Se que estas despierta.-Continua al ver que YoungMi seguía sin responder. La chica le mira avergonzada.
-Se esta tan bien aquí...No quiero salir de la habitación.- Se defiende acomodándose sin dejar de abrazarle.
-Hoy tengo un día duro...Debo ir a ensayar.- Suspira resignado.- Nos veremos esta noche, hablaremos con Ji Hye...y luego...Luego iremos donde quieras.- Le sonríe dandole un dulce beso en la parte superior de la cabeza.- Todo va a estar bien.- Intenta calmarla al notar el silencio de la joven, esos silencios que dicen más que las propias palabras.
-Estoy asustada Ji.- La chica se abraza con más intensidad a su cuerpo.- Siento que voy a salir por esa puerta y todo desaparecerá.- JiYong acaricia levemente el brazo de la joven que descansa alrededor de su torso.
-Eso no pasará.- Afirma convencido.- No dejaré que pase.- La mira con una media sonrisa, le cuesta tanto mostrar sus sentimientos, decir lo que siente nunca se le ha dado bien, siempre ha pensado que el amor no se dice, se demuestra, pero en este caso cree que debe decirlo.- Te amo.- Los ojos de YoungMi recuperan ese brillo, tan solo dos palabras hacen que su cuerpo recupere fuerzas, ha estado tanto tiempo esperando oír esas dos palabras salir de sus labios que no sabe como reaccionar, y lo único que atina a hacer es abrazarle con más intensidad, hundiendo su rostro rosado en su pecho.
Después de unos minutos deciden que es hora de afrontar sus responsabilidades. JiYong es el primero en levantarse, completamente desnudo empieza a buscar sus ropas. La chica le mira de reojo, esta avergonzada a pesar de a verle contemplado tantas veces sin ninguna tela en su piel. Sonríe mientras se tumba en la cama mientras JiYong la mirá terminándose de poner unos pantalones de estar por casa.
-¿No piensas levantarte?.- Le pregunta acercándose a ella. La joven niega con la cabeza mientras se tapa el rostro con las sábanas avergonzada.- ¿Te da vergüenza que te vea desnuda?.- Pregunta de nuevo con una sonrisa mientras se tumba en la cama a su lado, la chica le mira con las mejillas rosadas.- Vamos, no sería la primera vez.- Continua mientras la rodea con uno de sus brazos, hundiendo su rostro en el cuello de esta.
-Es la primera vez que amanecemos juntos.- Contesta la joven con un tono de voz suave.- JiYong sonrió, dejando ver lo afortunado que se sentía. Volvió a meterse entre las sábanas, atrayendo el cuerpo de la joven al suyo, de tal modo que quedaron de frente, abrazados, el con sus manos alrededor de la espalda de ella, y esta con sus manos posadas delicadamente sobre el torso aún desnudo de JiYong.
-Y no será la última.- Le susurró al oído, haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de la joven.
Tras unos minutos más de indecisión al fin salen de la habitación. YoungMi tiene que regresar a casa, realmente no quiere, pero su conciencia o esa gran responsabilidad que siente pesa más que las ganas de huir. Tiene que dar la cara, enfrentar aquello con valentía. No quiere seguir huyendo, escondiéndose entre las sombras, ya no tiene motivos para hacerlo.
-¿Estarás bien?.- Le pregunta JiYong apoyado en la puerta de su habitación. La chica asiente, ocultando el miedo que no la ha abandonado desde que abrió los ojos aquella mañana.- Puedo llevarte.- Se ofrece Ji, tomando las manos de esta, pero ella vuelve a negar.
-No hace falta, esta noche acabará todo.- Sonrió feliz mientras le daba un último beso antes de poner rumbo hacía la puerta de salida.
JiYong la observa embobado mientras se aleja. ''¿Desde cuando me volví así?'' piensa divertido, jamás se imaginó acabar así, enamorado y a punto de dejarlo todo por ella. Y lo que más le sorprendía es que le daba exactamente igual perderlo todo.
Aún con esa sonrisa en su rostro mira de reojo la puerta que esta frente a él. Esa puerta que parece más la de un niño de 4 años que la de un hombre adulto.
-Ya puedes salir Seung.- Dice mirando hacia la puerta.- ¿Crees que no te he visto?.- Sonríe, la puerta se abre lentamente, dejando entrever aquel pelo grisáceo.- ¿Ahora también eres un mirón?.- Bromea el chico mientras se dirige a la sala, sin duda su humor es bueno, se le ve feliz. Seung le sigue detrás, pensando que quizás ellos estaban destinados a permanecer juntos, y una sonrisilla, mezcla de tristeza y aceptación se dibuja en su rostro.
-Veo que al final te has decidido.- Habla el chico mientras toma asiento en el sofá. JiYong asiente sonriente.- No la cagues JiYong.- Le ordena este.- Ahora puedes ser feliz, no huyas como haces siempre.- El aludido bufá ofendido.
-Esta vez no tengo miedo hyung. He tomado una decisión.- Afirma convencido.- La quiero.- Concluyó. Seung le miró con aprobación, aunque en su interior tenía un mal presentimiento, de esos que se alojan en el lado derecho de tu pecho, haciendo presión. Pero JiYong era su amigo, por lo que ignorando aquel sentimiento, le dedicó una media sonrisa.
-Entonces se feliz JiYong. Hazla feliz.
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Aaah en serio me encanta esta historia por fin GD se decidio luego que la hizo sufrir tanto ahora el problema es la hermana como reaccionara? :O, Continuala, Escribes una fics increibles :D
CruzYB14- With Love
- Inscripción : 17/09/2011
Mensajes : 6
Reputación : 4
Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Me gusto mucho tu fic, espero lo continues pronto <3
Susunyan- With Love
-
Inscripción : 26/09/2011
Mensajes : 32
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Re: [Resuelto]{Hetero/Big Bang} This love
Capitulo 8
Hay cosas que por más que quieras, por más que intentes retenerlas, conseguirlas...No están echas para ti. No importa cuanto luches, cuanto las desees, si no es tuya...Jamás lo será.
YoungMi entra en casa, aun no sabe con que cara saludar a su hermana, teniendo en cuenta que dentro de unas horas se marchará con su prometido. Suspira profundamente antes de abrir la puerta. Esta vez había cubierto sus espaldas ''me quedaré en casa de una amiga'', por lo que en ese sentido podía decir que sentía menos presión, no quería que las últimas horas que pasara con ella a solas antes de la gran noticia fuesen peleando.
Abre la puerta dibujando lo mejor que puede una sonrisa, aunque no le ha salido tan bien como había ensayado, se podría dar por válida. Entra sin hacer mucho ruido, mirando a su alrededor, aquellos muebles, esas paredes...No volverá a estar allí. Siente añoranza, recuerda cada momento vivido en esos meses, cierto que la mayoría eran malos, pero recuerda otros tantos felices.
En medio de sus cavilaciones sobre el pasado, Ji Hye irrumpe en la sala con un elegante vestido de novia, cosa que deja sin aliento a YoungMi, que se queda sin poder decir palabra, sus músculos se han quedado paralizados impidiendo que la chica pudiese si quiera dar un paso hacia delante. Verla de aquella manera, vestida de blanco, ese color que resaltada aún más su belleza, con esa sonrisa que contagiaría al ser más desgraciado del planeta...No sabía que hacer, quería huir de allí, meterse bajos las mantas como una niña pequeña que le teme a la oscuridad.
-¿No me vas a decir nada?.- Pregunta Ji Hye mientras observa la cara pálida de su hermana menor.- ¿Te encuentras bien?.- Vuelve a preguntar preocupada. YoungMi asiente rápidamente. La mayor entusiasmada da vueltas, balanceando con delicadeza el largo y pomposo vestido.-¿Te gusta?.- Sonríe mientras sigue dando vueltas como una princesa de esas que salen en los cuentos de hadas.-Se que me he precipitado...Pero sabía que este día llegaría, llevó esperándolo tanto tiempo YoungMi..-Suspirá profundamente.- Tenía el vestido encargado desde hacia meses!.-Estalla en una gran sonrisa, la más pequeña de las dos aún sigue sin poder reaccionar con normalidad.- Pensarás que estoy loca.- Sonríe esta vez avergonzada.- Pero siento que el es el amor de mi vida. Ya sabes mi media naranja...Hemos compartido tanto juntos, que creo que ahora no sabría vivir sin el.- Ji Hye se examina de arriba a abajo y vuelve a centrar su vista en YoungMi, la cual permanece aún cerca de la puerta, sin decir palabra y con el rostro levemente rosado.- ¿Oye enserio estas bien?.- Pregunta sin ocultar su preocupación.
-Si, si no te preocupes...Yo...Bueno creo que cené algo en mal estado...Si será eso...Voy a echarme un rato.- Logró decir al fin con gran esfuerzo, ya que de nuevo esa angustia volvía a su cuerpo. Cada vez que veía a su hermana comprendía la gran locura en la que estaba envuelta y sus ganas por continuar flaqueaban.
De nuevo entre esas cuatro paredes que constituían su habitación, YoungMi reflexiona sobre todo lo que ocurre a su alrededor. Esta haciendo un balance entre los pros y los contra de su relación con JiYong y lo único que ha sacado en claro esque jamás será feliz completamente. No importa cuanto lo desee, cuanto le ame, nunca será feliz, porque esta haciendo daño a una persona importante para ella.
Se tumba en la cama, mira al techo y sin poder contenerlo, deja escapar las lágrimas que luchan por salir. Esta tan cansada, siente que no puede continuar, si hacía unas horas, unos minutos veía algo de luz al final del pozo en el que se había hundido, ahora no ve nada. Todo esta oscuro de nuevo y no se siente con fuerzas para seguir caminando y encontrar una salida.
Hacia tiempo por su cabeza rondaba una idea bastante descabellada, una idea que nunca pensó que adquiriera tanto peso como para plantearse llevarla a cabo. Pero llegados a este punto, es lo único que piensa que puede salvarla, que puede devolverle esa paz interior que hace tanto que no encuentra.
Con el rostro húmedo por el continuo llanto y los ojos hinchados se levanta de la cama, y camina unos pasos hasta llegar al escritorio que esta justo enfrente. Se sienta sin saber realmente que hacer, por donde debería empezar.
Por su cabeza pasan mil imágenes, unas felices, cuando era pequeña, con su hermana, otras de no hace mucho con JiYong, ese hombre que había conseguido que perdiera la cordura, que no supiese donde estaba el límite de lo correcto y lo incorrecto, pero que al mismo tiempo la había enseñado a amar, a entregarse de una forma tan completa que no conocía límites. Luego otras imágenes ocuparon lugar en su cabeza, ese chico que le había prestado su hombro para llorar y su mano para levantarla cuando estaba en lo más profundo de la oscuridad, ese que con sus palabras amables y divertidas por unas horas conseguía que el dolor desapareciera, que la culpa no ocupase tanto lugar en su ser, Seung.
Como una emboscada, las lágrimas vuelven a sus ojos, sabe que no es lo más acertado, pero su corazón no lo soporta más, no tiene fuerzas para empezar de nuevo, sabe que no funcionaría.
Coge una de sus libretas de la universidad, un bolígrafo del segundo cajón y comienza a escribir unas palabras en aquella hoja. Lo hace sin esfuerzo, las palabras salen solas y ni siquiera le hace falta pensar demasiado. Una vez ha quedado satisfecha dobla la hoja y la guarda junto con el bolígrafo, en el segundo cajón.
Suspira profundamente, su estómago parece tener una batidora dentro de él, siente un vértigo terrible, sus manos tiemblan y su corazón parece estar a punto de explotar por exceso de velocidad, e irremediablemente unas lágrimillas se deslizan por sus mejillas. Ha tomado la decisión.
Su reloj marca las 12, fuera hace frío, el otoño esta acabando y las primeras lluvias del invierno se acercan. El cielo parece estar enfadado, de un momento a otro la tormenta comenzará. La misma tormenta que siente ella dentro de su ser. Esa que no la deja vivir tranquila, y que hoy al fin terminará.
Ha salido a urtadillas de su casa, aunque tampoco le fue muy difícil, su hermana estaba tan ocupada y emocionada por su boda que ni siquiera se dio cuenta de la ausencia de esta y si tenía suerte, cuando la notase ya todo habría acabado.
Mira de nuevo su reloj, sabe que no tardará en llegar. Lleva esperando 20 minutos en la parte trasera del edificio, aunque sabía que el trayecto desde la YG hasta donde se encontraba ella era largo no era capaz de quedarse por más tiempo en su habitación, en el apartamento...No podía seguir escondiéndose entre lágrimas y sábanas. Por eso salió de allí apenas colgó la llamada.
Hace frío, puede notar como el viento le cala los huesos, como de su boca sale ese humo frío, típico de las épocas de invierno. Pero no le importa. ¿Qué más da?, se apoya en la pared del edificio, la calle esta en completo silencio, las luces de las casas apagadas. Mira el cielo, unos pequeños rayos se asoman entre las nubes, las cuales anuncian una gran llovizna. YoungMi sigue llorando, esta es la decisión más difícil que ha tenido que tomar, y aunque esta decidida no puede evitar sentirse asustada.
No sabe en que momento, una luz proveniente de un auto se posa sobre ella, alumbrándola. Esa luz cegadora hace que la joven suspire, el ha llegado y ahora es cuando lo más difícil comienza. Tiene que mantenerse fuerte, distante, fría...Tiene que hacerle creer que todo ha sido un juego, un error. Su corazón esta a punto de fracturarse en mil pedazos. Suspira profundo y limpia todo resto de lágrimas que queden en su rostro, tiene una última oportunidad, un último esfuerzo, se lo repite constantemente, ''un último esfuerzo''.
Dicen que el amor te empuja a hacer cosas descabelladas, locuras que solo una persona realmente enamorada podría llegar a hacer. Ella le ama, pero siendo sincera consigo misma, nunca podrá hacerle feliz, porque ella no lo será, no puede serlo si sabe que su hermana no será feliz por su egoismo. Esta historia tenía todas las papeletas para acabar mal, ella lo sabía y por no frenarlo a tiempo ahora todo se ha vuelto más complicado de lo que se imaginó.
Abre la puerta con el semblante lo más sereno que puede, se sienta evitando cualquier contacto visual con él. Suspirá y antes de que JiYong pueda decir o hacer algo que la desmorone por completo, como suele pasar siempre, comienza a hablar.
-Me equivoqué.- JiYong la miró fijamente, pero la joven aún no se atrevía a corresponderle la mirada, suspiró de nuevo intentando sonar lo más calmada posible.- Esto fue un error desde el principio. Yo...Me viene todo demasiado grande, no quiero tener una relación contigo. No esta bien, ustedes lleváis dos años juntos, os vais a casar.- La chica suspiró de nuevo y armándose de valor le miró fijamente.- Tu la quieres JiYong, se feliz con ella.- El joven idol se quedó callado por unos segundos, tanta información de golpe provocó que ni el mismo supiese que pensar, si aquello era una broma, definitivamente no tenía gracia. YoungMi desvió de nuevo la mirada hacia la ventanilla ocultándose de la mirada confundida de Ji, la cual ahora empezaba a llenarse de pequeñas gotitas que resbalaban por el cristal, al igual que unas tímidas lágrimas rodaron por su rostro.
-No me puedes estar hablando en serio.- Rompió al fin el silencio el chico. La menor se limpió rápidamente todo rastro de lágrimas de su rostro y tras adoptar una expresión serena volvió a encararle.
-JiYong...Las cosas no siempre salen como queremos, y lo mejor que podemos hacer ahora es separarnos, pero esta vez para siempre. La definitiva.- Concluyó la joven contemplando por última vez el rostro del chico, esos ojos penetrantes, sus labios gruesos...Le hubiese gustado ver su sonrisa, esa que hacía que sus ojos se volviesen más pequeños y enseñase su perfecta dentadura, oír ese sonido tan contagioso que salía de su boca cuando algo realmente le hacia gracia, pero dadas las circunstancias eso no podría ser. Le miró durante unos segundos sin poder decir nada, tenía unas ganas enormes de besarle, por más que intentaba alejar aquel sentimiento, esa manía de querer estar pegada a su cuerpo, no podía. En su interior se estaba llevando a cabo una lucha entre su corazón y la razón. Por una parte su corazón le gritaba, le imploraba que le besase, sería la última vez que lo haría, era razón más que suficiente para dejarse llevar, pero por otra parte si lo hacia todo el esfuerzo que había echo hasta ahora no merecería la pena. De todos modos no pudo continuar debatiendo aquel tema, pues JiYong interfirió en sus pensamientos.
-Mirame y dime que no me quieres. Dímelo.- Le ordenó el joven desesperado. La chica bajo su vista armándose de nuevo de valor para poder enfrentarle. Mordió su labio inferior en un intento de no comenzar a llorar, respiró antes de volver a mirarle.
-No hagas esto más difícil. Se feliz JiYong, por favor.- Casi suplicó la joven, quería dejar las cosas ordenadas antes de acabar con todo, quería que el fuese feliz, que siguiera su vida como antes de conocerla a ella, eso era lo correcto según YoungMi, así debería haber sido desde un principio.
La joven le miró por última vez, un repaso de arriba a abajo como si sus ojos fuesen una especie de cámara, quería grabarlo con toda perfección en su mente, aunque quizás no sería la mejor imagen que se guardaría de él, ya que su semblante serio y esos ojos mirándola con desesperación hacían que su intento de conservarle como ese chico guapo y sonriente fuese en vano.
-¿Me quieres?.- Ji cogió la mano de la chica con firmeza.- Contestame!.- Casi gritó al ver que ella no pronunciaba palabra. Estaba totalmente desesperado, estaba perdiendo lo único que realmente quería y ella lo dejaba así, sin más. No podía ser, esto tiene que ser una especie de cámara oculta, pensaba este mientras la miraba fijamente percibiendo como su labio inferior temblaba levemente, como sus ojos miraban en todas direcciones menos en la suya, y como la mano que el sostenía entre las suyas se movía con nerviosismo.- Contestame YoungMi.- Dijo serio y con los ojos completamente húmedos. De nuevo sentía como todo ese control que creía tener sobre el mismo se iba perdiendo a medida que los segundos pasaban, YoungMi era la única que conseguía aquello, por eso tenía tanto miedo de dejarse llevar por completo y cuando por fin se atreve a dar el paso...Todo termina, así, sin darle una clara explicación, solo escusas tontas.
-Claro que te quiero.- Rompió al fin el silencio.-Más que a mi vida JiYong.- La joven respiró profundamente, mordiendo su labio inferior para evitar romper en llanto. El chico la miró expectante, con el corazón sobresaltado por las palabras de la chica, pero igual de desorientado que antes.- No dudes eso.- Concluyó mientras ahora sus manos, nerviosas, se posaban en el rostro del joven, proporcionándole ese calor tranquilizante que necesitaba. Le miró a los ojos con profundidad. El chico estaba en un estado de incredulidad que ni si quiera podía reaccionar bien ante los gestos de YoungMi, solo escuchaba y observaba detenidamente todo lo que ella decía o hacía, intentando ser capaz de digerir lo que pasaba.- Sabes que te quiero JiYong, nunca lo pongas en duda.- La joven tragó saliva, poco a poco se estaba desviando de ese plan que mentalmente había ideado, que como siempre era tan perfecto dentro de ella, pero finalmente acababa por irsele de las manos.
-Entonces porque terminas con esto, porque me dices que sea feliz, ¿Acaso piensas volverte a Busan?, ¿Te vas a ir para siempre?, no lo conseguirás, YoungMi iré a buscarte, no me importa si no quieres verme o si la prensa me crucifica por infiel y mujeriego...Yo iré a buscarte y te traeré de regreso, a mi lado. - Las palabras salieron de su boca en emboscada, mezclándose con el ruido de la lluvia que chocaba contra los cristales del auto. La chica soltó un último suspiro, le rompía incluso más el corazón verle de esa forma que las otras veces cuando estaba en brazos de su hermana. Sin embargo aquello le dio ese pequeño empujón que necesitaba para terminar con todo, no soportaría verle así de nuevo y menos por su culpa.
Con delicadeza limpió una de las lágrimas rebeldes que habían escapado al control de JiYong y ahora resbalaba por su rostro, el chico con la misma delicadeza poso su mano sobre la de esta que aun estaba entretenida limpiando aquella lágrima, acto que hizo estremecerse a YoungMi, la cual en un intento de que las cosas no se le fuesen de las manos intentó soltarse del amarre de JiYong, pero lejos de lo que esperaba, el chico la sujeto con más fuerza. En un movimiento rápido se acercó a la temblorosa chica, situándose a escasos centímetros de sus labios, y antes de que YoungMi pudiese impedírselo la besó. Ese beso que había estado tentada a darle desde que entró en aquel coche, ese que tenía miedo a darle porque irremediablemente sería el último.
La lluvia cada vez era más intensa, los jóvenes aun seguían fundidos en aquel beso, ese beso que ninguno de los dos quería que terminase y con el que JiYong tenía esperanzas de que la chica cambiase de opinión.
Dubitativa, YoungMi se fue apartando lentamente de JiYong, con algunas lágrimas en su rostro y una media sonrisa, acaricio la mejilla de este.- Te quiero.- Le susurró y aprovechando la confusión del chico salió de aquel coche.
Las gotas de lluvia caían sobre ella, mojando todo a su paso. Su corazón ardía a pesar del frío y la humedad en la que se veía envuelta. Comenzó a caminar, a oscuras, siendo iluminada aún por el coche de JiYong que seguía allí inmóvil. Con cada paso que daba un trozo de ella se iba rompiendo, pequeñas grietas en su corazón, ese lazo que la unía a JiYong se había roto definitivamente. Las lágrimas no tardaron en llegar y aún se hicieron más intensas cuando tras ella oyó unos golpes secos seguidos de los gritos de JiYong, llamándola. Ambos estaban ahora bajo la lluvia y a escasos metros de distancia. YoungMi permanecía de espaldas a JiYong, sin dejar de llorar abatida por su propia decisión, al igual que él, que había perdido todo el control y ahora sus lágrimas caían como las de un niño pequeño.
''¿Por qué todas las historias de amor acaban en días como este?'' pensó la joven mientras empezó a acelerar sus pasos, iniciando así una especie de carrera. Incluso corriendo podía aun oír los gritos desesperados de JiYong, y cuanto más gritaba este más corría la joven para evitar escucharle, le hacía daño verle tan dolido, aunque algunas veces le deseó que sufriese, ahora se arrepentía de aquellos pensamientos. Ahora comprendía el gran significado de la palabra amor y todo lo que ello conlleva.
''Lo siento tanto...Lo siento''
El próximo será el último capo del fic ^^
Disfruten! espero que les guste:)
Hay cosas que por más que quieras, por más que intentes retenerlas, conseguirlas...No están echas para ti. No importa cuanto luches, cuanto las desees, si no es tuya...Jamás lo será.
YoungMi entra en casa, aun no sabe con que cara saludar a su hermana, teniendo en cuenta que dentro de unas horas se marchará con su prometido. Suspira profundamente antes de abrir la puerta. Esta vez había cubierto sus espaldas ''me quedaré en casa de una amiga'', por lo que en ese sentido podía decir que sentía menos presión, no quería que las últimas horas que pasara con ella a solas antes de la gran noticia fuesen peleando.
Abre la puerta dibujando lo mejor que puede una sonrisa, aunque no le ha salido tan bien como había ensayado, se podría dar por válida. Entra sin hacer mucho ruido, mirando a su alrededor, aquellos muebles, esas paredes...No volverá a estar allí. Siente añoranza, recuerda cada momento vivido en esos meses, cierto que la mayoría eran malos, pero recuerda otros tantos felices.
En medio de sus cavilaciones sobre el pasado, Ji Hye irrumpe en la sala con un elegante vestido de novia, cosa que deja sin aliento a YoungMi, que se queda sin poder decir palabra, sus músculos se han quedado paralizados impidiendo que la chica pudiese si quiera dar un paso hacia delante. Verla de aquella manera, vestida de blanco, ese color que resaltada aún más su belleza, con esa sonrisa que contagiaría al ser más desgraciado del planeta...No sabía que hacer, quería huir de allí, meterse bajos las mantas como una niña pequeña que le teme a la oscuridad.
-¿No me vas a decir nada?.- Pregunta Ji Hye mientras observa la cara pálida de su hermana menor.- ¿Te encuentras bien?.- Vuelve a preguntar preocupada. YoungMi asiente rápidamente. La mayor entusiasmada da vueltas, balanceando con delicadeza el largo y pomposo vestido.-¿Te gusta?.- Sonríe mientras sigue dando vueltas como una princesa de esas que salen en los cuentos de hadas.-Se que me he precipitado...Pero sabía que este día llegaría, llevó esperándolo tanto tiempo YoungMi..-Suspirá profundamente.- Tenía el vestido encargado desde hacia meses!.-Estalla en una gran sonrisa, la más pequeña de las dos aún sigue sin poder reaccionar con normalidad.- Pensarás que estoy loca.- Sonríe esta vez avergonzada.- Pero siento que el es el amor de mi vida. Ya sabes mi media naranja...Hemos compartido tanto juntos, que creo que ahora no sabría vivir sin el.- Ji Hye se examina de arriba a abajo y vuelve a centrar su vista en YoungMi, la cual permanece aún cerca de la puerta, sin decir palabra y con el rostro levemente rosado.- ¿Oye enserio estas bien?.- Pregunta sin ocultar su preocupación.
-Si, si no te preocupes...Yo...Bueno creo que cené algo en mal estado...Si será eso...Voy a echarme un rato.- Logró decir al fin con gran esfuerzo, ya que de nuevo esa angustia volvía a su cuerpo. Cada vez que veía a su hermana comprendía la gran locura en la que estaba envuelta y sus ganas por continuar flaqueaban.
De nuevo entre esas cuatro paredes que constituían su habitación, YoungMi reflexiona sobre todo lo que ocurre a su alrededor. Esta haciendo un balance entre los pros y los contra de su relación con JiYong y lo único que ha sacado en claro esque jamás será feliz completamente. No importa cuanto lo desee, cuanto le ame, nunca será feliz, porque esta haciendo daño a una persona importante para ella.
Se tumba en la cama, mira al techo y sin poder contenerlo, deja escapar las lágrimas que luchan por salir. Esta tan cansada, siente que no puede continuar, si hacía unas horas, unos minutos veía algo de luz al final del pozo en el que se había hundido, ahora no ve nada. Todo esta oscuro de nuevo y no se siente con fuerzas para seguir caminando y encontrar una salida.
Hacia tiempo por su cabeza rondaba una idea bastante descabellada, una idea que nunca pensó que adquiriera tanto peso como para plantearse llevarla a cabo. Pero llegados a este punto, es lo único que piensa que puede salvarla, que puede devolverle esa paz interior que hace tanto que no encuentra.
Con el rostro húmedo por el continuo llanto y los ojos hinchados se levanta de la cama, y camina unos pasos hasta llegar al escritorio que esta justo enfrente. Se sienta sin saber realmente que hacer, por donde debería empezar.
Por su cabeza pasan mil imágenes, unas felices, cuando era pequeña, con su hermana, otras de no hace mucho con JiYong, ese hombre que había conseguido que perdiera la cordura, que no supiese donde estaba el límite de lo correcto y lo incorrecto, pero que al mismo tiempo la había enseñado a amar, a entregarse de una forma tan completa que no conocía límites. Luego otras imágenes ocuparon lugar en su cabeza, ese chico que le había prestado su hombro para llorar y su mano para levantarla cuando estaba en lo más profundo de la oscuridad, ese que con sus palabras amables y divertidas por unas horas conseguía que el dolor desapareciera, que la culpa no ocupase tanto lugar en su ser, Seung.
Como una emboscada, las lágrimas vuelven a sus ojos, sabe que no es lo más acertado, pero su corazón no lo soporta más, no tiene fuerzas para empezar de nuevo, sabe que no funcionaría.
Coge una de sus libretas de la universidad, un bolígrafo del segundo cajón y comienza a escribir unas palabras en aquella hoja. Lo hace sin esfuerzo, las palabras salen solas y ni siquiera le hace falta pensar demasiado. Una vez ha quedado satisfecha dobla la hoja y la guarda junto con el bolígrafo, en el segundo cajón.
Suspira profundamente, su estómago parece tener una batidora dentro de él, siente un vértigo terrible, sus manos tiemblan y su corazón parece estar a punto de explotar por exceso de velocidad, e irremediablemente unas lágrimillas se deslizan por sus mejillas. Ha tomado la decisión.
Su reloj marca las 12, fuera hace frío, el otoño esta acabando y las primeras lluvias del invierno se acercan. El cielo parece estar enfadado, de un momento a otro la tormenta comenzará. La misma tormenta que siente ella dentro de su ser. Esa que no la deja vivir tranquila, y que hoy al fin terminará.
Ha salido a urtadillas de su casa, aunque tampoco le fue muy difícil, su hermana estaba tan ocupada y emocionada por su boda que ni siquiera se dio cuenta de la ausencia de esta y si tenía suerte, cuando la notase ya todo habría acabado.
Mira de nuevo su reloj, sabe que no tardará en llegar. Lleva esperando 20 minutos en la parte trasera del edificio, aunque sabía que el trayecto desde la YG hasta donde se encontraba ella era largo no era capaz de quedarse por más tiempo en su habitación, en el apartamento...No podía seguir escondiéndose entre lágrimas y sábanas. Por eso salió de allí apenas colgó la llamada.
Hace frío, puede notar como el viento le cala los huesos, como de su boca sale ese humo frío, típico de las épocas de invierno. Pero no le importa. ¿Qué más da?, se apoya en la pared del edificio, la calle esta en completo silencio, las luces de las casas apagadas. Mira el cielo, unos pequeños rayos se asoman entre las nubes, las cuales anuncian una gran llovizna. YoungMi sigue llorando, esta es la decisión más difícil que ha tenido que tomar, y aunque esta decidida no puede evitar sentirse asustada.
No sabe en que momento, una luz proveniente de un auto se posa sobre ella, alumbrándola. Esa luz cegadora hace que la joven suspire, el ha llegado y ahora es cuando lo más difícil comienza. Tiene que mantenerse fuerte, distante, fría...Tiene que hacerle creer que todo ha sido un juego, un error. Su corazón esta a punto de fracturarse en mil pedazos. Suspira profundo y limpia todo resto de lágrimas que queden en su rostro, tiene una última oportunidad, un último esfuerzo, se lo repite constantemente, ''un último esfuerzo''.
Dicen que el amor te empuja a hacer cosas descabelladas, locuras que solo una persona realmente enamorada podría llegar a hacer. Ella le ama, pero siendo sincera consigo misma, nunca podrá hacerle feliz, porque ella no lo será, no puede serlo si sabe que su hermana no será feliz por su egoismo. Esta historia tenía todas las papeletas para acabar mal, ella lo sabía y por no frenarlo a tiempo ahora todo se ha vuelto más complicado de lo que se imaginó.
Abre la puerta con el semblante lo más sereno que puede, se sienta evitando cualquier contacto visual con él. Suspirá y antes de que JiYong pueda decir o hacer algo que la desmorone por completo, como suele pasar siempre, comienza a hablar.
-Me equivoqué.- JiYong la miró fijamente, pero la joven aún no se atrevía a corresponderle la mirada, suspiró de nuevo intentando sonar lo más calmada posible.- Esto fue un error desde el principio. Yo...Me viene todo demasiado grande, no quiero tener una relación contigo. No esta bien, ustedes lleváis dos años juntos, os vais a casar.- La chica suspiró de nuevo y armándose de valor le miró fijamente.- Tu la quieres JiYong, se feliz con ella.- El joven idol se quedó callado por unos segundos, tanta información de golpe provocó que ni el mismo supiese que pensar, si aquello era una broma, definitivamente no tenía gracia. YoungMi desvió de nuevo la mirada hacia la ventanilla ocultándose de la mirada confundida de Ji, la cual ahora empezaba a llenarse de pequeñas gotitas que resbalaban por el cristal, al igual que unas tímidas lágrimas rodaron por su rostro.
-No me puedes estar hablando en serio.- Rompió al fin el silencio el chico. La menor se limpió rápidamente todo rastro de lágrimas de su rostro y tras adoptar una expresión serena volvió a encararle.
-JiYong...Las cosas no siempre salen como queremos, y lo mejor que podemos hacer ahora es separarnos, pero esta vez para siempre. La definitiva.- Concluyó la joven contemplando por última vez el rostro del chico, esos ojos penetrantes, sus labios gruesos...Le hubiese gustado ver su sonrisa, esa que hacía que sus ojos se volviesen más pequeños y enseñase su perfecta dentadura, oír ese sonido tan contagioso que salía de su boca cuando algo realmente le hacia gracia, pero dadas las circunstancias eso no podría ser. Le miró durante unos segundos sin poder decir nada, tenía unas ganas enormes de besarle, por más que intentaba alejar aquel sentimiento, esa manía de querer estar pegada a su cuerpo, no podía. En su interior se estaba llevando a cabo una lucha entre su corazón y la razón. Por una parte su corazón le gritaba, le imploraba que le besase, sería la última vez que lo haría, era razón más que suficiente para dejarse llevar, pero por otra parte si lo hacia todo el esfuerzo que había echo hasta ahora no merecería la pena. De todos modos no pudo continuar debatiendo aquel tema, pues JiYong interfirió en sus pensamientos.
-Mirame y dime que no me quieres. Dímelo.- Le ordenó el joven desesperado. La chica bajo su vista armándose de nuevo de valor para poder enfrentarle. Mordió su labio inferior en un intento de no comenzar a llorar, respiró antes de volver a mirarle.
-No hagas esto más difícil. Se feliz JiYong, por favor.- Casi suplicó la joven, quería dejar las cosas ordenadas antes de acabar con todo, quería que el fuese feliz, que siguiera su vida como antes de conocerla a ella, eso era lo correcto según YoungMi, así debería haber sido desde un principio.
La joven le miró por última vez, un repaso de arriba a abajo como si sus ojos fuesen una especie de cámara, quería grabarlo con toda perfección en su mente, aunque quizás no sería la mejor imagen que se guardaría de él, ya que su semblante serio y esos ojos mirándola con desesperación hacían que su intento de conservarle como ese chico guapo y sonriente fuese en vano.
-¿Me quieres?.- Ji cogió la mano de la chica con firmeza.- Contestame!.- Casi gritó al ver que ella no pronunciaba palabra. Estaba totalmente desesperado, estaba perdiendo lo único que realmente quería y ella lo dejaba así, sin más. No podía ser, esto tiene que ser una especie de cámara oculta, pensaba este mientras la miraba fijamente percibiendo como su labio inferior temblaba levemente, como sus ojos miraban en todas direcciones menos en la suya, y como la mano que el sostenía entre las suyas se movía con nerviosismo.- Contestame YoungMi.- Dijo serio y con los ojos completamente húmedos. De nuevo sentía como todo ese control que creía tener sobre el mismo se iba perdiendo a medida que los segundos pasaban, YoungMi era la única que conseguía aquello, por eso tenía tanto miedo de dejarse llevar por completo y cuando por fin se atreve a dar el paso...Todo termina, así, sin darle una clara explicación, solo escusas tontas.
-Claro que te quiero.- Rompió al fin el silencio.-Más que a mi vida JiYong.- La joven respiró profundamente, mordiendo su labio inferior para evitar romper en llanto. El chico la miró expectante, con el corazón sobresaltado por las palabras de la chica, pero igual de desorientado que antes.- No dudes eso.- Concluyó mientras ahora sus manos, nerviosas, se posaban en el rostro del joven, proporcionándole ese calor tranquilizante que necesitaba. Le miró a los ojos con profundidad. El chico estaba en un estado de incredulidad que ni si quiera podía reaccionar bien ante los gestos de YoungMi, solo escuchaba y observaba detenidamente todo lo que ella decía o hacía, intentando ser capaz de digerir lo que pasaba.- Sabes que te quiero JiYong, nunca lo pongas en duda.- La joven tragó saliva, poco a poco se estaba desviando de ese plan que mentalmente había ideado, que como siempre era tan perfecto dentro de ella, pero finalmente acababa por irsele de las manos.
-Entonces porque terminas con esto, porque me dices que sea feliz, ¿Acaso piensas volverte a Busan?, ¿Te vas a ir para siempre?, no lo conseguirás, YoungMi iré a buscarte, no me importa si no quieres verme o si la prensa me crucifica por infiel y mujeriego...Yo iré a buscarte y te traeré de regreso, a mi lado. - Las palabras salieron de su boca en emboscada, mezclándose con el ruido de la lluvia que chocaba contra los cristales del auto. La chica soltó un último suspiro, le rompía incluso más el corazón verle de esa forma que las otras veces cuando estaba en brazos de su hermana. Sin embargo aquello le dio ese pequeño empujón que necesitaba para terminar con todo, no soportaría verle así de nuevo y menos por su culpa.
Con delicadeza limpió una de las lágrimas rebeldes que habían escapado al control de JiYong y ahora resbalaba por su rostro, el chico con la misma delicadeza poso su mano sobre la de esta que aun estaba entretenida limpiando aquella lágrima, acto que hizo estremecerse a YoungMi, la cual en un intento de que las cosas no se le fuesen de las manos intentó soltarse del amarre de JiYong, pero lejos de lo que esperaba, el chico la sujeto con más fuerza. En un movimiento rápido se acercó a la temblorosa chica, situándose a escasos centímetros de sus labios, y antes de que YoungMi pudiese impedírselo la besó. Ese beso que había estado tentada a darle desde que entró en aquel coche, ese que tenía miedo a darle porque irremediablemente sería el último.
La lluvia cada vez era más intensa, los jóvenes aun seguían fundidos en aquel beso, ese beso que ninguno de los dos quería que terminase y con el que JiYong tenía esperanzas de que la chica cambiase de opinión.
Dubitativa, YoungMi se fue apartando lentamente de JiYong, con algunas lágrimas en su rostro y una media sonrisa, acaricio la mejilla de este.- Te quiero.- Le susurró y aprovechando la confusión del chico salió de aquel coche.
Las gotas de lluvia caían sobre ella, mojando todo a su paso. Su corazón ardía a pesar del frío y la humedad en la que se veía envuelta. Comenzó a caminar, a oscuras, siendo iluminada aún por el coche de JiYong que seguía allí inmóvil. Con cada paso que daba un trozo de ella se iba rompiendo, pequeñas grietas en su corazón, ese lazo que la unía a JiYong se había roto definitivamente. Las lágrimas no tardaron en llegar y aún se hicieron más intensas cuando tras ella oyó unos golpes secos seguidos de los gritos de JiYong, llamándola. Ambos estaban ahora bajo la lluvia y a escasos metros de distancia. YoungMi permanecía de espaldas a JiYong, sin dejar de llorar abatida por su propia decisión, al igual que él, que había perdido todo el control y ahora sus lágrimas caían como las de un niño pequeño.
''¿Por qué todas las historias de amor acaban en días como este?'' pensó la joven mientras empezó a acelerar sus pasos, iniciando así una especie de carrera. Incluso corriendo podía aun oír los gritos desesperados de JiYong, y cuanto más gritaba este más corría la joven para evitar escucharle, le hacía daño verle tan dolido, aunque algunas veces le deseó que sufriese, ahora se arrepentía de aquellos pensamientos. Ahora comprendía el gran significado de la palabra amor y todo lo que ello conlleva.
''Lo siento tanto...Lo siento''
El próximo será el último capo del fic ^^
Disfruten! espero que les guste:)
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