[Resuelto]{Yaoi/Big Bang/Shinee}Feliz Navidad, hyung!

El peli-blanco acostó a TaeMin en el sofá para seguir besando aquellos labios que ya se le habían hecho adictivos y que le llamaban de forme irremediable.

-TaeMin…- le llamó suavemente separándose levemente de él.- ¿Te parece si salimos a cenar fuera? Mañana es Navidad, pero no podré ir por lo de la presentación, así que mejor salimos hoy.

Los ojos del menor brillaron con ilusión y asintió:- ¡Sí hyung!- se sentó en el sofá de cara a él y sonrió abiertamente.- Ahora que lo pienso nunca hemos hecho nada por Navidad.- observó, poniendo un dedo en sus labios, haciéndole ver aun más adorable que de normal.

-Bueno, hasta ahora tampoco teníamos mucho que celebrar, Tae.- le respondió antes de levantarse y de tirar de su brazo para levantarle a él también, haciéndole caer entre sus brazos.- Vete a dar una ducha rápida y vamos a cenar al restaurante más caro que haya.

-¡Voy!- salió corriendo hacia la ducha y segundos después se podía oír el agua correr.

Dentro de la ducha, TaeMin dejó que el agua se llevara la suciedad que le podía cubrir mientras sonreía como el tonto enamorado que era y recordaba la sensación de los labios de su hyung sobre los suyos.

-¡Ya estoy!- dijo al bajar otra vez por las escaleras y pararse delante del mayor, sonriendo por dentro de forma maléfica aun si por fuera mostraba la sonrisa más inocente que podía hacer una persona de quince años.- ¿Ocurre algo hyung?

-Ehh…No.- dijo mientras miraba la pequeña figura del chico de pelo cobrizo.

TaeMin había escogido acuradamente sus ropas para dejar babeando al de más edad: llevaba unos pantalones de traje negros, mocasines como zapatos, una camisa blanca con los dos primeros botones sin abrochar y con una americana negra de un solo botón, sobre el estomago. El pelo completamente lacio y peinado perfectamente, los ojos levemente delineados y un pequeño collar de plata completaban el look del más joven. Se veía endemoniadamente sensual y peligroso, con aquella felina mirada.

Por su lado, el rapero se había vestido con unos pantalones negros pitillos que resaltaban sus largas y torneadas piernas, una camisa negra con una corbata roja y mocasines, además se había peinado de un modo que su pelo quedaba en punta y ¿qué decir? Se veía más salvaje y atractivo de lo normal.

-¿Nos vamos hyung?- le preguntó colgándose de su brazo.

-Sí.- salieron de la casa para ir al garaje, y cuando llegaron al lado del coche, el mayor le abrió la puerta en un gesto galante.

No hablaron en todo el trayecto, pero lejos de ser incomodo, era un silencio relajado, quizás por la suave voz de TaeMin, quien cantaba en voz baja.

En cuanto llegaron, el de más edad se apresuró a rodear el coche para abrirle la puerta y ayudarle a bajar, lo que causó un fuerte sonrojo en el futuro bailarín.

-Estás tan hermoso sonrojado, mi niño.- le dijo en el oído antes de entrar en el lujoso restaurante.

-Esto hyung… ¿No dirá nada la gente si nos ven juntos? Tú eres famoso y no creo que les haga gracia que estemos juntos…- dijo el menor, preocupado por el futuro de su mayor.

-No pasa nada, ese es un lugar en donde hay mucha complicidad, por lo que sé, algunos de tus futuros compañeros de la SM vienen muy seguido a cenar aquí con sus parejas, y muchos son gays.- le dijo al oído con la finalidad de tranquilizarlo.

-Oh. Está bien.- se sentaron en una mesa de las más apartadas y esperaron a que les viniesen a tomar nota.- Hyung, ¿por qué no vives con el resto de tu grupo?

Parpadeó sorprendido pues nunca se lo había pedido antes y le tomó una mano entre las suyas para besarla con dulzura.

-Porque un día conocí a un dulce niño en un parque y supe que no podría vivir nunca más sin volver a ver esa mirada ni aquella sonrisa y decidí encarcelar a ese niño conmigo.- le dijo sonriendo dulcemente.

Después de aquello no volvieron a cruzar palabra en todo la cena, solo miradas y roces, tanto de manos como de labios.

-Ven.- dijo una vez terminaron y le cogió de la mano para dirigirse a un ascensor.- ¿Dime Tae has estado alguna vez con alguien?- le preguntó al oído.

Los colores subieron rápidamente a su rostro y bajó la cabeza antes de susurrar su respuesta: -Sí…- no quería ver la decepción en sus ojos.

-No pasa nada, también yo.- le cogió por las caderas y le levantó.- Dime mi pequeño Tae-Tae, ¿te gustaría cerrar esta fantástica velada con broche de oro?

-¿A qué te refieres exactamente, hyung?- le preguntó haciéndose el inocente para provocarle, mientras se giraba y se colgaba de su cuello.

-A que me dejes hacerte el amor, Tae-Tae.- susurró antes de besarle con fuerza, levantándole del suelo del ascensor, haciendo que el menor enroscara sus delgadas piernas alrededor de la estrecha cintura.- ¿Qué dices? ¿Me dejas o no?

TaeMin se soltó de él y se dejó caer al suelo cuando el ascensor llegó a su piso, saliendo y moviendo sus caderas sensualmente, dejando embobado al mayor de los dos.

-¿Vienes o no hyung?- le dijo mirándole por encima del hombro, a lo que el otro se apresuró a seguirle.

-Eres un pequeño diablo, Lee TaeMin.- le susurró al oído antes de entrar en la habitación que había rentado.

-Y a ti eso te gusta, SeungHyun hyung.- respondió mientas se dejaba llevar y recostar en la cama, sonriendo como un diablillo, mientras pasaba sus pequeñas manos por el pecho del mayor y deshacía el nudo de la corbata y la tiraba por ahí.

-Me encanta.- reconoció el mayor, quien ya había mandado a volar a la americana que llevaba y ya estaba deshaciéndose de la camisa. Rompió el beso que se estaban dando para empezar a besar el cuello.- Oye bebé… ¿Has hecho nunca el amor mirando la ciudad?- le dijo susurrante mientras depositaba un par de besos en la nuez de Adán.

-Hnn….No…- respondió mientras le acariciaba la espalda ya desnuda.- ¿Acaso planeas hacérmelo en el balcón?- juguetonamente acarició uno de los pezones, consiguiendo que el mayor cerrara los ojos momentáneamente.

-Me pillaste.- se levantó y le cogió por las caderas, haciéndole ponerse de pie para que luego enroscara sus largas piernas alrededor de su cintura. Llevó unas manos al pequeño y prieto trasero para empezar a masajearlo con suavidad, pero aun así arrancaba fuertes gemidos de la boca del chico.- Vaya…Y eso que aun llevas los pantalones puestos.- dijo burlonamente.

El menor solo llegó a besarlo con fuerza, metiendo su inquieta lengua en la boca de su hyung, cerrando los ojos suavemente, aferrándose al fuerte cuello. Sintió como le depositaba sobre una tumbona con delicadeza, sin separarse del beso y como se ponía encima de él, cogiéndole por las nalgas y haciéndole levantar mas las caderas, consiguiendo que sus miembros se rozaran maravillosamente, mandando espasmos de placer en ambos cuerpos.

-Hmm…Hyung…- gimió antes de sentir como sus pezones eran acariciados por los largos fríos dedos.- Tus manos están muy frías… - reclamó.

-Caliéntalas entonces.- le susurró, mientras volvía a las tersas nalgas y las acariciaba otras vez mientras cambiaba sus manos por su lengua en el poco desarrollado pecho del bailarín, lamiendo y mordiendo los pequeños pezones.

-Humm…Ahhh…- se retorcía bajo su cuerpo cada vez que la boca del peli-blanco le mojaba sus botones.- ¡Hyung!- chilló cuando empezó a sobar su pene por encima de los pantalones, consiguiendo que, a los pocos segundos se corriera, manchando sus pantalones, boxers y la mano de su hyung.

-Has sido un niño malo TaeMin…- le dijo en el oído mientras le sacaba los pantalones y los interiores, dejándole completamente desnudo.- Y ahora te voy a castigar.

Dejó de besar su pecho para bajar hasta su estómago dejando suaves besos en él, mientras le acariciaba ambas piernas con las manos abiertas. Llegó al ombligo y mordió suavemente toda la zona, dejando pequeñas marcas, así como había hecho con el resto de su parte superior del cuerpo.

-Hyung.- le dijo, mientras se incorporaba levemente y le miraba con una mirada juguetona.

-¿Sí bebé?- le dijo sin mirarle, pero se vio obligado a levantar la cabeza cuando TaeMin le cogió por las mejillas y le besó apasionadamente.- Vaya…parece que estamos ansiosos.- le dijo al oído antes de jalarlo y dejarlo de pie mientras él se acomodaba en la tumbona, con sus largas piernas tocando al suelo.

-Hnn…Hace tiempo que sueño con hacerte eso hyung.- dijo dejándose caer de rodillas al suelo entre las piernas del mayor y dirigiendo sus labios a la entrepierna del mayor.

Con lentitud pasó su lengua por cada relieve que hubiese, mientras sus manos se posaban en las caderas, una vez se hubo cansado de solo lamer, lo empezó a meter en su boca lentamente, rozando con sus dientes de forma intencionada de vez en cuando, logrando que el mayor tuviese que morderse los labios para no soltar fuertes gemidos.

Mientras, el futuro cantante se estaba preparando a si mismo, cerrando los ojos y soltando pequeños gemidos que quedaban ahogados en sus labios al tener la erección de su mayor.

-Dios TaeMin…- gimió cuando empezó a moverse, tragándose su dura entrepierna, viendo como la cabellera cobriza subía y bajaba en su regazo, oyendo los ruiditos que hacía cada vez a causa de la saliva que ya había empapado su pene.- Humm…Ahh…T-Tae…Para ya o no podré entrar en ti.

Fue decir aquello y que el menor se separara de inmediato de su miembro y se fuera hacia la pared de cristal que rodeaba todo el balcón, para que la gente no se cayera para abajo.

Puso sus manos en dicho cristal y se inclinó hasta tener la espalda completamente recta, dejando su trasero a la vista del de más edad.

-Humm…Eres pecado, bebé.- dijo antes de levantarse y acercarse a él, acariciando sus muslos sensualmente. Se pegó al cuerpecito que tenia entre sus manos y pegó sus labios al cuello, dejando varias marcas en el cuello y en la espalda, marcándolo de su propiedad.- Eres mío.

TaeMin solo asintió con la cabeza, apoyando su cabeza en el cristal.

-¿Vas a entrar ya o tendré que esperar hasta mañana?- le dijo mirándole por encima del hombro.

-Pero tengo que prepararte.- dijo indeciso, lo último que quería era dañar al chiquillo.

-Eso ya lo he hecho yo mientras te la chupaba, hyung.- le dijo con una ceja levantada. Su boca debía de ser muy buena sino se había percatado de que se estaba abriendo para él.

Parpadeó confuso al oír aquello, pero después sonrió sensualmente antes de entrar de una sola dentro del pequeño y frágil cuerpecito.

-¡Hyung!- gimió complacido al sentirse lleno.- Humm…Se siente tan bien…

-Huh.- por mas que se hubiese preparado, seguía siendo estrecho y cálido, como siempre había pensado que sería.- Dios, estás súper estrecho.- le dijo mientras empezaba a moverse un poco más rápido y profundo.

-Hnn….Más rápido Hyung…- le pidió mientras fijaba sus ojos en las luces de la ciudad, maravillándose por la belleza que presenciaba. Pero sus ojos se cerraron con fuerza cuando sintió que algo le cogía el pene y tironeaba suavemente, mandándole directo al cielo.- ¡Oh hyung!- como pudo se puso de pie y con un pequeño salto puso sus pies en el cristal, y enroscó sus brazos en el cuello del mayor, posando su cabeza en el hombro del mayor, lamiendo la quijada y mordiéndola suavemente.

Al sentir el cambio de posesión se empezó a mover mas fuerte, moviendo su mano más rápido.

-¡Hyuuung!- se corrió en su mano, gimiendo en su oído, estrechando al mayor entre sus carnes.

-¡TaeMin!- le agarró más fuerte por las caderas y se calvó más en él, mordiendo su hombro, marcándole.

Los músculos de TaeMin se relajaron y SeungHyun tuvo que cogerle con fuerza para que no se cayera al suelo.

Lo cogió en brazos y lo llevó a la cama, tumbándole con cuidado. Se acostó a su lado y le abrazó por las caderas.

-Feliz Navidad, TaeMin.- le dijo tiernamente en el oído, acercándolo para que posara su cabeza en su pecho.

-Feliz Navidad, hyung.- cerró los ojos y se durmió plácidamente en el pecho del amor de su vida.

SeungHyun no tardó en seguirle.


-Hyung, coge el teléfono.- refunfuño un TaeMin dormido.

Con pesadez lo descolgó.

-¿Sí?- contestó

-¡T.O.P!- si G-Dragon le llamaba por su nombre artístico, mala cosa.- ¿Dónde mierdas estás? ¡Tenemos que salir en media hora!

-Estoy en un hotel.- dijo sabiendo que si le mentía sería peor.

-¿Queeeeee?- de haber tenido el aparato en la oreja, se hubiese quedado sordo.

-Con TaeMin.- le dijo para calmarle, todo la compañía sabía de sus sentimientos por el chiquillo que vivía con él.

-Oh. Entonces está bien. Le diré al manager que estás enfermo.- dijo, nadie mejor que él sabía lo mal que lo había pasado su mejor amigo por estar enamorado de un chico aproximadamente diez años más joven que él.

-Gracias Ji.- colgó el teléfono y abrazó al niño por las caderas.- Buenos días mi amor.

-Hnnn…- se estiró como un gato y le besó los labios suavemente.- Te amo.

-Yo también.- lo posó en sus caderas.- Anda, vamos a la ducha e iremos a dar una vuelta por el centro y luego a la SM para firmar el contrato.

-¡Vale!- se inclinó y le besó suavemente los labios.

SeungHyun le observó dirigirse hacia el baño y sonrió; no más lagrimas en el día de Navidad, no más abandonos, no más pensamientos tristes.

Ahora TaeMin solo pensaría en que no volvería a ser abandonado por nada, al menos no por su hyung.